La palabra Ticketmaster ha sido tendencia en redes sociales durante muchos días y no por las razones correctas. Desde el caos que se originó el pasado 9 de diciembre, cuando cientos de fanáticos con boletos auténticos se quedaron sin ver a Bad Bunny, la compañía ha estado bajo un intenso escrutinio público.

Fue durante la primera jornada de Bad Bunny en el Estadio Azteca que a cientos de fanáticos con boleto en mano se les negó el acceso al recinto argumentando entradas “falsas, duplicadas o clonadas”. Después de atraer una enorme ola de atención pública, la compañía tuvo que disculparse y, además, fue obligada a través de la PROFECO a reembolsar íntegro el costo total del boleto, más un 20% por concepto de indemnización.

Sin embargo, y aunque estén respaldados por un organismo gubernamental, los compradores están experimentando un auténtico calvario para poder ver de devuelta su dinero, pues reclamar a Ticketmaster es una tarea titánica.

“No contestan o te dejan horas esperando en el conmutador”– dijo una usuaria en entrevista con El País.

A ella, como a muchos otros clientes, le cancelaron sus boletos sin previo aviso. Tras muchas llamadas fallidas y nula atención a través de canales digitales, la compañía le dijo que los boletos habían sido cancelados porque nunca recibieron el pago correspondiente por ellos.

Con estados de cuenta actualizados les comprobó que no era cierto. Que habían recibido miles de pesos por un par de tickets para ver a Harry Styles en el Foro Sol. Después, Ticketmaster cambió su versión: Sí recibieron el dinero pero después le fue reembolsado. Mentira, la usuaria jamás ha visto de vuelta esa cantidad.

“Tenemos varios procesos en su contra, este no es el primero, esperemos que sí sea el último, porque es una empresa que está dando muy mal servicio, es un monopolio, es el único que emite boletos para eventos deportivos y artísticos, antes había más de una empresa y se cobraba el 7% de comisión, ahora anda en el 15%”- dijo Ricardo Sheffield, titular de la PROFECO.

Vía El País.

Y es que el descontento contra Ticketmaster no sólo sucede en México, pues se trata de un fenómeno global. En los Estados Unidos, la ticketera de Live Nation está siendo investigada a nivel federal por prácticas monopólicas y desleales, luego del fiasco de la venta de boletos para el Eras Tour de Taylor Swift.

En México, la PROFECO ha organizando una demanda colectiva contra Ticketmaster instando a todos los compradores defraudados a levantar una denuncia de manera oficial.

“Ticketmaster es un agente económico que tiene poder sustancial de mercado en la emisión de boletos en México”– dijo el diputado de Morena Hamlet Almaguer, al tiempo que anunció solicitarán una comparecencia de la empresa en el Congreso por sus supuestas prácticas monopólicas.

https://twitter.com/Profeco/status/1602438153352232960