Durante la última entrega de premios suecos, P3 Guld, Zara Larsson, la legendaria cantante pop sueco, fue fuertemente criticada tras haber usado un vestido que no sólo portaba nombres de bandas de metal extremo, sino que tenía de principal a la más épica de todas: Burzum, la legendaria banda de black metal que fuera liderada por “Varg” Vikernes, reporta mariskal, el portal de música más heavy.

Además de hacer referencia a esta mítica banda, el vestido contenía referencias a Cannibal Corpse y Behemoth.

Como era de esperarse, la fragilidad de los adultos metaleros no soportó ver una parodia de un género que aman, liderado por músicos millonarios que ni siquiera saben que existen. Es por eso que comenzaron una ola de odio y comentarios hirientes en redes sociales, y como Suecia no podía permitir que le faltaran al respeto a una simple banda, incluso medios de radio y TV atacaron a Larsson ya que se le tachó de apropiación cultural.

¿La justificación? Vikernes, quien fue condenado a 21 años de prisión por el asesinato de Euronymous, ex-guitarrista de Mayhem, es considerado un héroe con el que una cantante pop que jamás ha lastimado a una mosca en su vida, se debería meter jamás.

Aunque obviamente TikTok se encargó de disfrazar el ataque a la cantante, con el discurso de que al usar ese vestido, ella estaba haciendo una apología a la ultra derecha sueca.

La siguiente pregunta es: si le soplas a una burbuja de jabón o a la masculinidad de los metaleros, ¿qué se romperá primero y por qué la masculinidad de los metaleros?

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