Diversos estudios han demostrado cómo la música puede ser pieza clave e influir profundamente en el estado de ánimo de un individuo.

Existe por supuesto la musicoterapia, definida como la utilización de la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, armonía y melodía) para promover y facilitar la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento y la expresión, satisfaciendo necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.

Recientemente, los efectos de la música en el ser humano fueron revisados nuevamente; pero en esta ocasión el enfoque cambió hacia cuáles ritmos o géneros son los menos indicados para pacientes con ansiedad.

De acuerdo a un estudio conducido por Vera Clinic (especialistas en cirugía y transplante de cabello); el pop de la década de los ochenta y dos mil fue el ritmo que registró una disminución en la presión arterial, mientras que el techno, rock y heavy metal evocaron agentes estresantes.

En lo que suena como una investigación de mercado bastante divertida, 1540 voluntarios de entre 18 y 65 años fueron equipados con monitores de frecuencia cardíaca y presión arterial, y se les dieron playlists de Spotify de diferentes géneros musicales para escuchar.

Al respecto de la investigación, el Dr. Ömer Avlanmış dijo (vía Mixmag):

Médicamente tienen mucho sentido. Los éxitos del pop de los 80 podrían tener una nostalgia positiva adjunta para muchas personas, y sus sonidos alegres y de fiesta pueden inducir la liberación de endorfinas y serotonina en el cerebro, lo que aumenta la sensación de felicidad y calma. En términos de heavy metal, yo observaría que la música enojada puede ayudar a los oyentes a procesar sus sentimientos y, como resultado, conducir a un mayor bienestar.

¡Así que ya lo sabes! Si la ansiedad comienza a apoderarse de ti, escucha una playlist de Madonna o Michael Jackson y contacta cuanto antes a un profesional de la salud ✨.