Portada de 'Music Has the Right to Children', el legendario debut de Boards of Canda con Warp Records.

Portada de ‘Music Has the Right to Children’, el legendario debut de Boards of Canada bajo Warp Records.

Por: @SoyVelez

El pasado 20 de abril, en el marco del Record Store Day, el universo musical se agitó por la misteriosa aparición de un vinil, en Other Music en Nueva York, con el nombre Boards of Canada en portada y un código de 36 caracteres: “—— / —— / —— / XXXXXX / —— / ——“. Lo que pudo haberse quedado en una broma orquestada magistralmente por un fanático del dúo, se convirtió en el primer indicio real de que Boards of Canada lanzaría nuevo material ya que apareció otro vinil de las mismas características, pero en la Rough Trade East en Londres. Los hermanos Mike y Marcus Sandison lanzaron un complejo acertijo que solamente sus fans podrían descifrar.

Tomarse la molestia de planear una ruta tan compleja para descubrir su nuevo material no es sólo una estrategia de marketing de la Warp Records, sino una pieza más del eterno rompecabezas de Boards of Canada. Desde que la banda arrancó su carrera, en el ocaso del milenio pasado, ya transmitían un aura de misterio alrededor de todo lo que hacían. Cuando la prensa les preguntaba por sus antecedentes, ocultaban el hecho de que eran hermanos, solamente daban a entender que se conocían desde hace muchos años y su camino en la música arrancó como autodidactas cuando eran niños.

Cuando lanzaron Geogaddi en 2002, un simple comentario sobre la posibilidad de encontrar sorpresas en el disco, hizo que muchos pasaran de fans, a estudiosos de Boards of Canada. Desde satanismo, hasta complejas teorías matemáticas, durante más de 10 años los fans les han construido una leyenda a través de complicadas explicaciones al pastiche sonoro que vive en sus canciones. Incluso hay foros creados y gestionados por estos fans para tratar de definir, separar y explicar todos los registros de los escoceses; vale la pena visitar los foros de discusión en Twoism y BOC Pages para darse una idea, de hasta dónde puede llegar la imaginación de sus seguidores.

En 2005 hablaron sobre la manía de su público por descubrir secretos en lo que hacen, cuando en realidad no los hay. Este fenómeno no solo se desató por sus declaraciones en el pasado, sino por todo lo que evoca la música de Boards of Canada. La música del dúo es el producto de su infancia nostálgica, atrapados en casa con la televisión y algunos instrumentos como única compañía. Sus canciones han destacado porque son uno de los trabajos introspectivos más profundos que se hayan escuchado, mientras algunos músicos plasman sus sentimientos en letras claras, Boards of Canada fueron un paso más allá y lograron capturar su inconsciente, una marea de recuerdos que lo mismo arroja un viejo comercial televisivo, que el glitch melódico que da forma a una canción.

Esa naturaleza es la que hace imposible descifrar el misterio de Boards of Canada y al mismo tiempo provoca querer hacerlo. Al hacer un trabajo en extremo íntimo, el dúo logró que nadie, más que ellos mismos, logre realmente entender de qué va su música, pero al mismo tiempo se encargaron de construir un vacío lo suficientemente poderoso para que cualquiera pueda identificarse con él. Los hermanos Sandison no apelan a sentimientos universales, sino a un sentir creciente que define a la perfección lo que en algún momento conocimos como posmodernidad; vivimos en un mundo de formas, de apariencias, pero sin fondo. Todos podemos sentir la nostalgia que provoca la música de Boards of Canada porque no pertenecemos a ningún lugar, hoy más que nunca los humanos podemos estar cerca de todo y al mismo tiempo ser parte de nada.

Era casi obligado que resurgieran en 2013, no solo porque ha sido un año de regreso históricos a la escena musical, sino porque en su ausencia una camada de genios de alcoba han seguido sus pasos para crear una nueva realidad. Cuando Boards of Canada estaba en su apogeo, parecían la única banda que trabajaba y sonaba de esa manera. Ahora, desde Bradford Cox y todos sus proyectos, hasta Ryan Hemsworth, parece que ser músico de alcoba es el estándar sin importar el género. La música nueva, vanguardista está plagada de recuerdos prestados, cosas que nadie vivió, pero todos creemos entender.

Para su regreso, Boards of Canada están conscientes del mundo al que llegan, en el que su legión de fans ha crecido exponencialmente sin que ellos hayan movido un solo dedo. De ahí lo ambicioso de su rompecabezas, que después de las tiendas de discos pasó a la radio, a la televisión nocturna y hoy finalmente en una página para depositar los códigos que revelaron la noticia tan esperada. El 10 de junio del 2013, Boards of Canada lanzará un nuevo álbum llamado Tomorrow’s Harvest, el cuarto larga duración en su carrera que constará de 17 tracks y pueden preordenar en la tienda virtual de Warp. En el nombre del disco está la respuesta, a más de un lustro de distancia de su producción anterior, Boards of Canada viene a cosechar el fruto de su legado y a sembrar el sonido del futuro.