Lana Del Rey se ha ganado muchos enemigos últimamente, y en realidad no siempre ha sido la figura más querida de la música, ¿se acuerdan cuando debutó y todos la molestaban por usar colágeno en los labios o por cambiarse el nombre y fingir que no hacía pop? Entonces, y si al parecer a muchas personas no les gusta Lana o su música, ¿cómo es que vende tanto? Hoy su segundo disco Ultraviolence, llegó al número uno en la lista Billboard 200. Lo cual nos obligó a pensar, qué se necesita tener para vender. Para entenderlo repasamos los lugares número uno de la historia reciente. Aquí nuestros hallazgos.
Discos número uno de 2014
Beyoncé de Beyoncé
¿Por qué? #QUEENBEE
Frozen Soundtrack
¿Por qué? Los niños entre 8 y 15 son el demográfico más fuerte, ellos controlan el mundo, nosotros sólo les decimos cuándo se deben ir a dormir.
High Hopes de Bruce Springsteen
¿Por qué? No hay que subestimar el demográfico de adultos “jóvenes”, casi no consumen música pero cuando lo hacen van a Mixup (los únicos que aún van) y compran a montones.
Discos número uno de 2013
Red de Taylor Swift
¿Por qué? Pues, es pop fácil, pegajoso y feliz. Seguro Taylor Swift no prefería estar muerta.
Les Misérables: Highlights from the Motion Picture Soundtrack
¿Por qué? Este disco lo compró tu mamá, tu abuelita y todas sus amigas.
Burning Lights de Chris Tomlin
¿Por qué? Ni idea, al parecer es música cristiana y, ¿hay muchos cristianos?
Long. Live. ASAP de ASAP Rocky
¿Por qué? Es un gran disco. Esto hace sentido, por fin.
¿Conclusiones? Lana Del Rey hace pop suave (a la Taylor Swift) pero con edge (suficiente como para atraer a músicos hip-hop a colaborar y seguro a parte de su público), su voz nostálgica y aterciopelada le gusta a las mamás y… ¿es cristiana?