Dormir es muy importante, eso todo los sabemos, también sabemos que debemos dormir mínimo 6 horas al día (esto según lo que nos han dicho, nuestros padres, maestros y demás). Pero resulta que la cantidad de tiempo que estamos en la cama “durmiendo” no es necesariamente el mismo tiempo que estamos descansando. Aunque pasemos 7 horas acostados, puede que sólo durmamos de 5 a 6, esto responde el concepto científico de “eficacia del sueño”.
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Para tener un mejor control de nuestros hábitos de sueño y qué tan eficientes son, ya existen varias herramientas tecnológicas, ejemplo de esto es el brazalete y app de Fitbit, la cual sigue tu estilo de vida, patrones de sueño y te da tips para descansar más y mejor. Sin embargo, esto de mejor la “eficacia del sueño” no es una ciencia exacta, y ni los trackeadores (como Fitbit) que a menudo nos bastante caros, pueden garantizar que mejore, pues hay muchos factores individuales que entran en juego principalmente cuántas horas duermes, a qué hora duermes y qué tan bien.
Ahora, si bien no hay normas generales, sí hay una serie de cosas (muy sencillas) que puedes hacer para mejorar la calidad de tu sueño:
Apaga todos los aparatos eléctricos
Incluso si no los estás usando, la pantalla emite un brillo que tu cerebro registra y equipara con la luz del día, lo que le impide descansar bien.
Duerme siempre a la misma hora
De esto modo educas a tu cuerpo a dormir, y con eso agiliza el descanso profundo.
No hagas ejercicio antes de dormir
Aumenta la temperatura de tu cuerpo y dificulta que tengas sueño. Es importe notar que la temperatura corporal y los ciclos de sueño están íntimamente conectados.
No bebas antes de dormir
Aunque un par de copas te hagan sentir cansado, en realidad afectan tus patrones de sueño a largo plazo.
Vía Vox.com