Disclosure fueron los encargados de cerrar por completo las actividades del primer fin de semana de Coachella. Hace un año los vimos durante una tormenta de arena en una carpa con muy poca gente y ahora eran el plato fuerte de la noche. El talento siempre estuvo ahí, lo único que cambió fue que para llegar a este punto tuvieron que hacer un largo recorrido, conquistar foro tras foro, hasta volverse un acto de clase mundial.
El cambio tan radical en un mismo festival se sintió como una celebración y como toda buena fiesta, tuvo grandes invitados. Aluna Francis, Mary J Blige y Sam Smith se dieron cita sobre el escenario para acompañar al par de amigos que colocó -o volvió a colocar- su nombre en el mapa de la escena musical. A Disclosure le espera una larga gira por los festivales más importantes del mundo, esto fue apenas una chispa, del gran fuego que va a arder con su paso por los escenarios.