Desde siempre, el mundo de la música se ha cuestionado “¿Cuál es la canción perfecta?”.

En un inicio, se generalizaba en un plano que abarcara todos los géneros. Sin embargo, con el paso del tiempo fuimos entendiendo que no existe “una canción perfecta” sino “varias”, repartidas entre cada género existente (y eso meramente en un plano fantasioso porque al final, ¿quién necesita “una canción perfecta”?).

Mientras que en todos los géneros existen varias conversaciones al respecto, David Gilmour de Pink Floyd parece mantenerse fiel a la idea de haber encontrado la canción de pop “perfecta” desde hace mucho tiempo.

Lo mencionó durante una entrevista para la BBC en 2003; lo hizo en un comentario que otorgó en su DVD de ‘Remember That Night – Live At The Royal Albert Hall‘ volvió a hacer lo mismo en el 2015 para la revista Uncut

¿De qué año es? 15 de septiembre de 1967.¿Quién la toca? Kinks. ¿Y cómo se llama? “Pink Floyd”. La canción mantiene una melodía tan armónica y constante –sin perder los importantes contrastes que los pequeños cambios de ritmo incluye– , que además se columpia perfecto con la voz y la lírica que se desenvuelve en la misma, que vaya, si bien no es la cosa más “pegajosa” del mundo, sí hay un algo; sí mantiene una cadencia que no sabemos si podríamos decirle “perfecta”, pero que al mismo tiempo si alguien nos dijera “a ver, califícala del 1 al 10” 100% le daríamos 10.

Es raro, y al final de cuentas, muy importante mencionar que no importa si lo dice Gilmour o quien sea, al final, una canción te parece “algo” basada meramente en opinión y experiencia personal con ella.

Pero, sí hay algo ahí… ¿No?