La escena musical de la Ciudad de México enfrenta un momento de incertidumbre tras el trágico accidente ocurrido el pasado 5 de abril en el festival AXE Ceremonia 2025, donde el colapso de una estructura en el Parque Bicentenario provocó la muerte de dos personas.

Este lamentable hecho ha desencadenado una ola de indignación y cuestionamientos que ahora amenazan con poner en pausa toda la agenda de festivales en la capital.

Aunque las autoridades no han emitido aún un comunicado oficial sobre la suspensión general de eventos, en redes sociales y medios de comunicación ha tomado fuerza el rumor de que todos los festivales musicales podrían ser cancelados durante el resto del año.

La información, aún sin confirmar, ha provocado opiniones divididas entre los internautas: mientras algunos consideran razonable tomar medidas drásticas; otros critican la falta de responsabilidad puntual en vez de aplicar castigos colectivos.

Indie Rocks! hace una pausa y enciende las alarmas

Uno de los primeros movimientos concretos en la industria lo dio esta semana el colectivo Grupo Indie Rocks!, responsable de proyectos como el Pitchfork Music Festival CDMX y el Festival Hipnosis.

La organización anunció la suspensión temporal de sus actividades, en un gesto de duelo y reflexión por las víctimas del AXE Ceremonia.

En un comunicado, expresaron su dolor por la pérdida de los colegas del medio musical independiente y señalaron que su pausa busca “abrir un espacio para discutir y repensar las condiciones de seguridad en los eventos masivos”.

Aunque no se trata de una cancelación definitiva, el mensaje ha sido leído como un indicio de una reacción más amplia en la comunidad de organizadores.

Una crisis de confianza y falta de respuestas

El evento de AXE Ceremonia ha sido duramente criticado por su desorganización y la respuesta tardía tanto de los organizadores como de las autoridades.

La empresa Grupo Eco, encargada de la producción, ha recibido severos señalamientos por su falta de transparencia y decisiones como mantener el after party oficial la misma noche del accidente.

A medida que familiares de las víctimas, periodistas y asistentes exigen explicaciones, crece la presión sobre los promotores y funcionarios públicos para reformar protocolos y garantizar condiciones seguras.

Por ahora, el futuro de los festivales en la Ciudad de México permanece en el aire, marcado por el luto, la incertidumbre y una profunda necesidad de cambio.