¡Malas noticias para el ARMY coreano! Los y las fanáticas de BTS no podrán aplaudir, gritar o ponerse de pie en los próximos conciertos del grupo de K-pop en Corea del Sur, debido a las directrices gubernamentales en cuanto al COVID-19.

La compañía que maneja al conjunto, Big Hit Music, emitió un comunicado oficial previo a los tres conciertos de BTS programados en el Estadio Olímpico de Jamsil en Seúl esta semana (10, 12 y 13 de marzo).

“Animar en voz alta, gritar, corear y ponerse de pie durante el ‘BTS Permission To Dance On Stage – Seúl’ está estrictamente prohibido según las directrices gubernamentales”- confirma el comunicado.

“Los asientos para la actuación presencial cumplirán con las directrices de espaciamiento ordenadas por las medidas de control de Covid-19 del lugar de actuación por el gobierno local. El evento puede cambiarse o cancelarse en función del nivel de distanciamiento social”.

Vía Variety.

Big Hit Music proporcionará a los asistentes dispositivos para aplaudir y así, poder emular el ruido original del público. El Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de Corea del Sur también ha limitado cada espectáculo a 15,000 asistentes por noche, a pesar del aforo de 70,000 personas del estadio.

El trío de actuaciones en Seúl supondrá las primeras apariciones en directo de BTS en su Corea natal desde antes de la pandemia del Coronavirus. Los espectáculos de esta noche y del domingo se transmitirán por Internet, mientras que la del sábado se proyectará en directo en cines de todo el mundo (México incluido).

Tras estas tres actuaciones, BTS se embarcará en una residencia en Las Vegas el mes que viene. El grupo llevará su concierto “Permission To Dance On Stage” al Estadio Allegiant, con capacidad para casi 65,000 personas, los días 8, 9, 15 y 16 de abril.

El año pasado, el septeto marcó su regreso a las actuaciones en persona en Los Ángeles, California. BTS realizó una breve residencia en el SoFi Stadium los días 27 y 28 de noviembre y 1 y 2 de diciembre de 2021.

Su evento en Los Ángeles se convirtió en el mayor compromiso de concierto en un solo lugar por parte de cualquier acto en casi una década. Según Billboard, el tramo de Los Ángeles de su serie de conciertos “Permission To Dance On Stage” vendió 214, 000 entradas y recaudó $33.3 millones de dólares.