Mientras que todo el mundo esperaba que Bonnaroo 2021 fuera cancelado debido a la reciente aparición de una variante del COVID-19, la realidad es que el festival efectivamente no será realizado, pero no por el virus, sino por una fuerte inundación en las immediaciones donde se iba a realizar consecuencia del huracán Ida.
El efecto climático provocado por el huracán, generó un fuerte temporal que prácticamente hizo imposible el montaje de escenarios, estructuras y plantas de energía que, por obvias razones, no pueden estar expuestas a otros factores que las dañen.
Las inundaciones han sido tan fuertes, que ni siquiera equipo vehicular ha podido entrar sin atascarse para poder drenar el terreno, haciéndolo inadmisible y completamente peligroso incluso si la tarea intentara realizarse a pie.
¿Otro golpe para la industria de la música? Definitivamente. Los ánimos son bajos y el COVID no cede; pero cuando por fin se logra un avance, otra crisis mundial que muchos también quieren ignorar pero simplemente ya no pueden llega: el cambio climático y las consecuencias del mismo.