Emily Ratajkowski ha acusado al cantante Robin Thicke de agredirla sexualmente en la grabación del vídeo musical del polémico éxito de 2013 “Blurred Lines”.

La supermodelo estadounidense, de 30 años, alega que Thicke le tocó los pechos desnudos por detrás durante el rodaje del vídeo de la canción. En él aparecían ella y otras dos modelos semidesnudas, junto al estadounidense-canadiense Thicke, Pharrell Williams y el rapero TI, quienes estaban completamente vestidos.

El vídeo y la letra de la canción, en la que Thicke, de 44 años, canta repetidamente “I know you want it” (Sé que lo quieres), fueron acusados de glorificar la cultura de la violación, lo que llevó a su prohibición en algunos clubes nocturnos y campus universitarios.

Ratajkowski hace las acusaciones en su próximo libro, ‘My Body’, según reveló The Times. Escribe:

De repente, de la nada, sentí la frialdad y la extrañeza de las manos de un extraño ahuecando mis pechos desnudos desde atrás.

Me aparté instintivamente y miré a Robin Thicke. Él esbozó una sonrisa bobalicona y retrocedió, con los ojos ocultos tras sus gafas de sol. Mi cabeza se volvió hacia la oscuridad más allá del set.

Vía The Times.

Ratajkowski dijo que las acciones de Thicke la hicieron sentir “desnuda por primera vez ese día”, pero que había estado “desesperada por minimizar” el incidente.

Empujé mi barbilla hacia adelante y me encogí de hombros, evitando el contacto visual, sintiendo el calor de la humillación bombear por mi cuerpo. No reaccioné, ni siquiera como debería haberlo hecho.

Vía The Times.

La directora del vídeo, Diane Martel, dijo que fue testigo del incidente y “gritó” a Thicke, cuestionando su comportamiento. “Recuerdo el momento en que le agarró los pechos. Él estaba de pie detrás de ella, ya que ambos estaban de perfil”, dijo a The Times.

Tanto Ratajkowski como Martel aseguran que Thicke estaba borracho en ese momento. La directora dijo que Thicke “se disculpó tímidamente” por su comportamiento y alabó la profesionalidad de Ratajkowski, quien continuó el rodaje.

Martel confesó que pretendía que el vídeo subvirtiera la dinámica de poder, colocando a los hombres en una posición inferior mientras las mujeres los ignoraban y se burlaban de ellos. Por su parte, la modelo dijo que las acciones de Thicke comprometieron cualquier sentido de empoderamiento femenino.

Con ese único gesto, Robin Thicke había recordado a todo el mundo en el set que las mujeres no estábamos realmente al mando. No tenía ningún poder real como la chica desnuda que bailaba en su vídeo musical. No era más que una maniquí contratada.

Vía The Times.

Según informa The Times, ni Robin Thicke ni sus representantes accedieron a dar comentarios al respecto para incluir en la publicación.