Las decoraciones que utilizan para poner en su casa, como estrellas, esferas, gorros, etcétera, se hacen en Yiwu, China, un pueblo que es la verdadera “villa de la Navidad” china. No hay ni un sólo duende, y menos nieve. 600 fábricas son las ahí ubicadas que producen 60% de las decoraciones que se distribuyen por el mundo, y todas ellas lucen como si fueran un matadero.

Por donde miren verán color rojo: piso, muros, techo. Así trabaja estos empleados que se ven cubiertos, a diario, por esa tonalidad de la temporada en un pueblo que está a 300 kilómetros de Shanghai. Ahí varios trabajadores migrantes laboran 12 horas al día y hacen de entre 4,400 y 6,600 pesos al mes.

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Todos estos productos se crean y empacan en LAS instalaciones que conforman el complejo más pequeño y extenso de mercado en el mundo, de acuerdo a la UN.

¿Les falta la estrellita para ponerla en su árbol? Ya saben donde encontrarla: en un lugar a varios kilómetros de distancia y que luce como el infierno.

Vía The Guardian