Texto: Rodrigo Vélez (@soyvelez)
Empecemos con aclaraciones: indie viene de independiente y el término se usa para hablar de cómo se hace y distribuye la música de un grupo; en este caso sin apoyo de una disquera grande. Decir “me gusta la música indie” no tiene sentido, esto significa que toda la música hecha de forma independiente te gusta, sea metal nórdico, polka, trova o electrónica. ¿Por qué esta aclaración? Porque a 10 años de que indie se volviera un término popular para hablar de música, mucha gente lo usa sin saber que significa y peor aún, medios “profesionales” lo usan sin distinción. Por más vueltas que le den al asunto, indie no es un género.
A inicios de la década pasada, esta palabra se usó para hablar de bandas como The Strokes e Interpol; hoy en día no tiene lógica describir sonidos tan distintos bajo un mismo concepto. Música independiente se ha hecho siempre, si en algún momento esta palabra se uso para hablar de todo tipo de bandas fue para hacer notar que el mundo estaba cambiando, que algo impresionante sucedía en la música; una revolución que democratizó un poco la música, aunque sea en espíritu.
Esto nos lleva a otra cosa: hace poco más de 10 años que vivimos un boom de la música independiente y las bandas que surgieron en ese momento hoy son headliners de festivales internacionales y venden millones de discos; se han vuelto mainstream y eso es algo increíble para los que gozamos de su música. Es de esperarse que en estos años aparezcan proyectos que puedan alcanzar la cima para un artista en la próxima década, aunque con tantos proyectos nuevos, eso parece cada vez más difícil. ¿A quiénes apuntan como los próximos gigantes de la música independiente?