Little Jesus.

Little Jesus.

Hace casi un año que vi por primera vez a Little Jesus en vivo. En aquella ocasión, las canciones y la energía estaban, mas no la presencia en el escenario. Hoy, después de un disco de estudio y meses de tocadas, lo que noté es que siguen manteniendo esas cualidades, además de un par más: la confianza y la expansión del sonido.

Los cinco ejecutan a la perfección. Trabajan con canciones que han tocado desde el principio, que conocen mejor que a muchos de sus amigos. Y suenan más armónicos, más grandes, más ricos. Crecieron en todos los sentidos.

Eso lo notó Vans, quien los buscó para invitarlos a ser parte de su familia. ¿Cómo ha sido la relación? “Está padre. Yo siempre he usado tenis Vans. Están abiertos a que les hagas propuestas. Es una relación bastante cercana”, indicó el guitarrista de LJ.

Tras un set lleno de éxitos, además de una canción que no está en Norte, su primer disco (“Sube y baja”), terminaron en el escenario azul con la canción del mismo nombre. Las primeras energías del día ya habían sido invertidas en el tropipop defeño, en una propuesta más apoyada por Vans. Fue una inversión que valió la pena.