Todo mundo es feliz en SXSW.

Todo mundo es feliz en SXSW.

En SXSW hay que hacer dos cosas: confiar en el instinto propio y dejar que la marea de sonidos callejeros y de gente lo lleven a uno a visitar showcases no planeados. Porque, al final, la oferta de eventos es tan abrumadora que es mejor relajarse y no sufrir por los conciertos no vistos, los tiempos en las filas y la falta de conexión con el mundo virtual para enterarse de las sorpresas y momentos que hacen de este festival ser lo que es.

Una vez puesto en práctica lo anterior, decidimos visitar viejos amigos, hacer nuevos y apostarle a cuatro actos que hicieron de nuestra experiencia en el festival algo enriquecedor y anecdótico.

FotoxDaniel Patlán

En SXSW hay que hacer dos cosas: confiar en el instinto propio y dejar que la marea de sonidos callejeros y de gente lo lleven a uno a visitar showcases no planeados. Porque, al final, la oferta de eventos es tan abrumadora que es mejor relajarse y no sufrir por los conciertos no vistos, los tiempos en las filas y la falta de conexión con el mundo virtual para enterarse de las sorpresas y momentos que hacen de este festival ser lo que es.

Un gran porcentaje de los asistentes se mueven en bici durante SXSW.

Un gran porcentaje de los asistentes se mueven en bici durante SXSW.

Una vez puesto en práctica lo anterior, decidimos visitar viejos amigos, hacer nuevos y apostarle a cuatro actos que hicieron de nuestra experiencia en el festival algo enriquecedor y anecdótico.

AJ Dávila

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Al este de la ciudad se encuentra un lugar que alguna vez operó como un burdel: el Vegas Hotel. Con su decoración sesentera, el sitio recibió en su patio a más de una docena de bandas en lo que fue su showcase de bienvenida al festival, incluyendo a AJ Dávila y su Terror Amor, quienes debutaban en SXSW y estrenaban las canciones de su nuevo disco (titulado igual que la banda), frente a una audiencia con ganas de mucha fiesta.

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Cuarenta y cinco minutos bastaron para dejar en claro que el lanzamiento mencionado cobra vida en vivo de una manera divertida, sencilla, pero poderosa. Con el ritmo furioso de las composiciones, los interludios de chistes sobre churros de mariguana y los parlantes al borde de la saturación, los puertorriqueños captaron la atención de fans y gente que no tenía idea de lo que estaba viendo, pero le gustaba.

Tras el show, AJ Dávila nos confió que se viene una gira grande por Estados Unidos, pero lo que quiere es que lo inviten a tocar a México. También aseguró que Dávila 666 es un grupo que está inactivo mas no extinto.

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The Vim Dicta

The Vim Dicta.

Existe un reto que no todos pueden lograr: cavar hondo en el pasado, descubrir fórmulas y apropiárselas, sin necesariamente robarlas. Los integrantes de este trío californiano pueden estar viviendo una segunda vida en la Tierra. La primera la vivieron allá por la década de los sesenta, en donde no escuchaban otra cosa más que a Cream, Santana, Led Zeppelin y 13th Floor Elevators. En esta nueva era, The Vim Dicta hace honor a sus gustos musicales y presenta un rock psicodélico original, que poco a poco empieza a llamar la atención.

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La sospecha primordial es que se recluyeron en un cuarto de ensayo durante meses, pues la ejecución en el escenario es perfecta. Chris Infusino, batería, desgasta los platillos y tambores con rapidez; Matt Tunney, guitarra y voz, tiene momentos de solos de guitarra enérgicos, mientras que en otras ocasiones su voz distorsionada se encarga de dictar el groove de la canción; Cori Elliott le grita a amores del pasado con tanto sentimiento, que uno se pierde a ratos. Los tres tal vez no interactúan en escena, pero están conectados para llevar al ensamble a terrenos causantes de una hipnosis total.

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The Wytches

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Teníamos que ver a una de nuestras Bands to Watch 2014. La pesadilla sonora de Brighton visitó por primera vez no sólo SXSW, sino Estados Unidos. Salieron del circuito de escenarios oxidados en ciudades olvidadas para presentarse, como casi todas las bandas, frente a una audiencia que no sabía a lo que exponía a sus tímpanos. Bob Boilen de la NPR los describió con una sola palabra: “intensos”. Ver a este trío de caras inocentes es sucumbirse ante riffs surf, gritos que quiebran cualquier cuerda vocal y vibras que hacen crujir paredes, oídos y mentes.

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La personalidad del grupo se divide en dos: la profesional y la personal. A la banda no le sorprende mucho estar en “América” ni estar en un festival como SXSW. No se impresionan por el interés generado por parte de los medios internacionales ni por los cumplidos que reciben de gente que los vio en vivo; no contestan a las ofensas que un viejo les hace en la calle por ser músicos ingleses. La parte personal, en cambio, va conforme a su edad. “Ya me quiero ir a emborrachar”, dice uno de ellos, mientras contestan la última pregunta de la breve plática que tuvimos.

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Grábense bien el nombre de este grupo, que están para cosas grandes.

Joliette

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La persistencia y terquedad rinden frutos. Una de nuestras Bands to Watch 2014 mexicanas es este cuarteto poblano que ahora reside en la Ciudad de México y que emprendió el viaje desde la capital mexicana hasta la ciudad de Austin en una camioneta con todo su equipo, haciendo paradas en Zacatecas y Durango para tocar. Joliette sólo tenía un showcase confirmado, organizado por Topshelf Records y Light & Noise al lado de No Somos Marineros, You Blew It!, Prawn y muchos más. Esto estaba planeado para que sucediera la noche del miércoles, pero para desgracia del grupo, a hora y media de su turno en el escenario, los bomberos decidieron cancelar el show, dejando a todos los asistentes, pero sobre todo a las bandas, con cara de desconcierto y desolación.

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La situación se resolvió cuando los organizadores armaron el plan B: “Hay un parque donde podemos tocar”; “vámonos”, contestaron todos con una sonrisa enorme en el rostro. La odisea se convirtió en un showcase de tres grupos (Joliette, Temple y No Somos Marineros). Tres canciones por banda, no más. El famoso parque estaba a las afueras de Austin y el escenario era una plataforma en medio de los árboles que parecía un kiosko. Todo el show se llevó a cabo con el PA y amplificadores de Joliette y algunos de Temple (que venían de Wisconsin); todo eso estaba conectado a una sola extensión que a su vez estaba conectada a una toma de luz del parque.

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El show empezó a la 1:30 de mañana. El público eran las bandas mismas y algún otro despistado que pasaba por ahí y decidió acercarse al ruidero. Al final, Joliette tocó como si hubieran 200 personas viéndolos sólo a ellos, con la misma energía y pasión. Al final, No Somos Marineros y Joliette le ganaron a la policía de Austin y hasta consiguieron un show extra, abriéndole a Frameworks.

No Somos Marineros.

No Somos Marineros.

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Estos descubrimientos, estas historias y esta cobertura no hubiera sido posible sin el apoyo de Vans México.