Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Por: @folkmetender

Lo platicaba con unos amigos durante la semana previa al concierto, el show de Mono en El Plaza Condesa iba a ser mucho más que un concierto, iba a ser una experiencia única, y es que su pasada presentación en nuestro país (en 2009 en el Polyforum Siquerios) fue una odisea audiovisual espectacular. Le mezcla de la música de los japoneses con las maravillosas obras de David Alfaro, lograron algo único. Con este antecedente, la noche del sábado prometía demasiado.

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Alrededor de las 9 de la noche, los cuatro japoneses vestidos de negro como acostumbran, subieron al escenario con calma y sin prisa. Previo a su presentación, el sonido local presentó melodías de música clásica contemporánea, lo cual ayudó a crear un ambiente de tranquilidad en el foro. Mono rompió la corteza con “Legend”, primer sencillo de su álbum For My Parents de 2012. Siguieron “Nostalgia” y “Dream Odyssey” del mismo disco. Después de interpretar las tres primeras piezas de su más reciente álbum en orden, “Pure As Snow” de su gran Hymn to the Immortal Wind hizo cimbrar el Plaza Condesa.

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Desde la primera nota que salió de las guitarras de Takaakira Goto y Hideki Suematsu (quienes tocan sentados durante todo el concierto), el público se mostró feliz y muy receptivo. Fue sorprendente ver muy pocos celulares prendidos grabado o fotografiando el concierto, así como escuchar un silencio y un respeto por el acto que tenían enfrente. Así pasaron cerca de 90 minutos en los que Mono se dedicó a tocar canciones de sus pasadas producciones como “Follow the Map” (uno de los momentos más emotivos), “Ashes in the Snow” y el cierre épico con “Halcyon” y “Everlasting Light”.

Público hasta adelante en el concierto de Mono / Foto: Daniel Patlán

Público hasta adelante en el concierto de Mono / Foto: Daniel Patlán

El concierto de Mono más que un show, fue un encuentro con uno mismo, cada canción que el cuarteto interpretaba nos hacía vibrar y sentirnos vivos. Los japoneses saben cómo hacer música que llega al núcleo del ser humano y desde ahí, lo conecta con su cuerpo y su espíritu. Mención especial para el sonido dentro del Plaza Condesa, todas y cada uno de los acordes sonó perfecto, tal como debe sonar Mono en vivo.

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán

Mono / Foto: Daniel Patlán