Una vez que nuestros invitados de Estados Unidos cruzaron la frontera, no perdimos tiempo y los llevamos a conocer algunos de los lugares obligados de la ciudad. Seguimos a Kiev y FMLYBND en un recorrido que los llevó a comprar souvenirs, descubrir el arte de las nuevas galerías, conocer a algunas fans y romper sus concepciones sobre México al contrastarlas con la realidad.
Moustache fue la sede para esta gran fiesta de despedida, un lugar que bien podría ser el patio de tu mejor amigo con unas bocinas gigantes. La noche anterior tuvimos la oportunidad de ver a Siete Catorce en ese mismo lugar y quedamos enamorados de su encanto por falta de encanto. Además de ser el cierre de Cali Ruta, esta noche también sirvió como showcase previo al festival All My Friends; desde que llegamos a “TJ”, todos los locales nos decían que el lugar estaría a reventar.
Esa noche, Celofán pudo descansar antes de presentarse en All My Friends y disfrutar del show completo, mientras Cali Ruta recibía a un integrante más a su familia. Siberium, un joven proyecto de Tijuana, se encargó de arrancar actividades sobre el escenario. Una guitarra llena de efectos y un saxofón conviven mientras que Rodrigo Luviano, cabeza del proyecto, controla los beats que sirven de piso para la explosión de los otros instrumentos y guía para el público. Los más entusiasmados con la presentación fueron los integrantes de las demás bandas, quienes estaban sorprendidos de haber conocido a otra propuesta mexicana con una visión tan vanguardista. Una noche fue suficiente para que Siberium hiciera nuevos fans.
Bad Suns fueron los siguientes en subir al escenario y el grupo estaba particularmente emocionado esa noche. Era difícil saber cómo reaccionaría el público ante sus canciones de ganchos limpios, casi perfectos. A lo largo de la gira “Cardiac Arrest” era la estelar del set, pero en Tijuana la noche tuvo otro tono. La vibra era más oscura y la ejecución impecable de sus instrumentos tuvo más peso que las letras pegajosas. Los “chicos de negro” salieron airosos de su primera visita a México y se quedaron con ganas de conocer aún más partes de nuestro país; idealmente de gira.
Probablemente fue culpa de Celofán, pero por alguna razón, se corrió el rumor en Tijuana de que el acto en vivo de Kiev era imperdible y la gente los esperaba con ansias. Afortunadamente los de Orange, California, estuvieron al nivel de las altas expectativas. Además de entregar un set intenso y de la misma complejidad que en foros más grandes de la gira, entendieron a la perfección al público local y se los ganaron por completo. A la mitad de su participación, casi todos los instrumentos, micrófonos y amplificadores se quedaron sin corriente eléctrica y en lugar de esperar a que se solucionaran los problemas, estos músicos siguieron una mandatoria del mundo del espectáculo: “The show must go on.” Sin importarles qué tanto o qué tan bien se escuchaban, elevaron el nivel de intensidad de su ejecución y aquello se convirtió en un jam virtuoso que enloqueció al público. Kiev supo aprovechar esa pequeña mala fortuna para transformarla en una oportunidad, en un momento que dejó huella en Moustache.
Era obligado despedir a Cali Ruta con el carnaval de FMLYBND. A lo largo de la gira, se encargaron de enamorar a todos los presentes, ciudad tras ciudad. Platicaron con la audiencia y se mostraron extremadamente felices por su primer concierto en México. Su “Electricity” causa el mismo efecto sin importar dónde estén: traseros sacudiéndose, manos al aire y gente coreando como si fuera música gospel. Muy pocos grupos que hacen electropop realmente se escuchan como banda sobre el escenario y FMLYBND son uno de los mejores, sin duda. “Come Alive” y “Gold” fueron otras de las más impactantes en una noche que bien pudo haber seguido por varias horas más. Fueron el ingrediente perfecto para que la gente se fuera hasta que cerraran el lugar. Estamos seguros de que en 2014 musicalizarán muchas más fiestas en todo el mundo y con mucha suerte en México.
Y aquí la foto del recuerdo con los sobrevivientes de una noche inolvidable y la primera de una serie de giras que seguirán cruzando fronteras para acercar culturas. Gracias a Goldenvoice, todas las bandas, sus equipos, los foros y a los asistentes por hacerlo posible. La primera edición de Cali Ruta nos permitió descubrir nuevos talentos con un futuro más que prometedor, convivir con personas sumamente especiales y dejar que la buena música hable por sí sola. ¡Esperen el documental de esta primera edición muy pronto aquí en LifeBoxset!
Fotos tomadas con una cámara Nikon D3X y objetivos 14-24 mm y 24-70 mm.