Al final del clásico de culto de 1999, ‘Fight Club’, de David Fincher, el personaje de Edward Norton mata a su alter ego imaginario, “Tyler Durden” -interpretado por Brad Pitt-, y luego observa cómo explotan varios edificios. La imagen representa el génesis de la película: está en marcha un plan para acabar con la civilización moderna. Veinte años después, este mensaje anarquista y anticapitalista ha sido reinterpretado… pero en China.

En la nueva versión disponible en la plataforma de streaming Tencent Video, el narrador sigue matando a “Durden”, pero la escena de la explosión del edificio se sustituye por una pantalla negra y una leyenda que dice:

“La policía descubrió rápidamente todo el plan y detuvo a todos los criminales, impidiendo con éxito que la bomba explotara” 😒.

Vía redes sociales.

Se añade que “Tyler” -un producto de la imaginación del narrador- fue enviado a un “manicomio” para recibir tratamiento psicológico y posteriormente fue dado de alta.

No está claro si los censores del gobierno ordenaron el final alternativo, o si los productores de la película original hicieron los cambios por su cuenta. Tencent no ha hecho ningún comentario al respecto.

La censura no es una práctica nueva en China, y los productos culturales se utilizan a menudo como herramientas para promover valores sociales. El alcance de la moderación de contenidos -en particular cuando se trata de importaciones extranjeras- puede ser a veces severo.

La nueva versión china de ‘Fight Club’ devuelve el poder a la policía e implica un cierre ideal en consonancia con el discurso estatal chino, en el que la relación simbiótica entre la policía y el Estado es un hecho, dijo el doctor How Wee Ng, quien enseña cine y medios de comunicación chinos en la Universidad de Westminster en Londres.

“Este tratamiento es habitual en muchos dramas televisivos y películas chinas que representan el crimen y la violencia. Irónicamente, la fuerza con la que se impone la censura proviene de un temor histórico chino a la inestabilidad social y a la presuposición de amenaza al statu quo”.

Via The Guardian.

En China se llevan a cabo desde hace años campañas para cultivar una relación ideal entre la cultura, el mercado y la población. El pasado diciembre, el presidente de China, Xi Jinping, instó a los artistas chinos a reforzar su confianza cultural y contribuir a una “potencia cultural socialista”.

Y el martes, la Administración del Ciberespacio de China anunció el lanzamiento de una campaña de “limpieza” web de un mes de duración, para crear una atmósfera “civilizada y saludable” en Internet.

Este esfuerzo ha tenido un profundo impacto en la forma en que los productores y distribuidores occidentales se comportan en el gigantesco mercado de consumo chino a lo largo de los años. Los estudios de Hollywood, por ejemplo, suelen estrenar cortes alternativos con la esperanza de sortear los obstáculos de la censura de Pekín, y acceder a millones de espectadores chinos.