El 18 de noviembre de 1901, una fiesta privada en la ciudad de México se convirtió en uno de los sucesos sociopolíticos más polémicos de su época, sentando así las bases para el periodismo de chisme que más adelante se convertiría en “de corazón”.

Un total de 42 hombres se dieron cita en una lujosa casa donde la mitad portaba hermosos vestidos e increíbles sets de maquillajes y pelucas, mientras que la otra presumía grandes abrigos y ropas de gala.

La épica fiesta gay, se coronó cuando las autoridades irrumpieron en el lugar y certificaron a Jesús Solórzano, Jacinto Luna y Carlos Zozaya como parte de los asistentes, llegando a la conclusión de que personas de gran fama y alta alcurnia fueron partícipes de esta fiesta “tan prohibida” para su época.

¿Lo curioso? Los medios sólo reportaron a 41 hombres, ya que dentro de la gente influyente que se encontraba en la fiesta estaba Ignacio de la Torre, yerno de nada más y nada menos que Porfirio Díaz.

¿Cuándo se estrenó El baile de los 41?

El pasado 01 de noviembre, la película dirigida por David Pablos vio la luz a través de Netflix, plataforma que fungió como solución para cientos de estudios y directores que no encontraban en dónde estrenar sus piezas durante la pandemia.

¿Cuándo fue y qué pasó en El baile de los 41?

El baile ocurrió en 1901 y es, hasta ahora, el primer registro oficialmente anunciado por los medios de esa época como la primera fiesta gay en la ciudad de México.

42 integrantes de la alta alcurnia mexicana, se reunieron para celebrar la diversidad en una fiesta barroca que fue intervenida por la policía justo a la mitad.

¿Quién era Ignacio de la Torre y Mier?

Hasta la fecha, hay historiadores que gustan de referirse a Ignacio de la Torre y Mier como un “presunto implicado” en la redada de los 41. Sin embargo, se sabe perfecto que este hacendado, político y afamado empresario emparentado con Amada Díaz, hija mayor de Porfirio Díaz, fue parte de los organizadores de la misma.

Tras todo el alboroto, la misma asistencia de Ignacio fue lo que le salvó la vida de una ejecución segura por parte del presidente, ya que el matarlo haría obvio que sí asistió, y negarlo y respaldarlo fue la única opción que les quedó para evitar un conflicto y más chisme en los medios impresos.

Si no han visto la película, pueden checar por aquí el trailer: