Cinco semanas antes de que encontraran el cuerpo sin vida de Kurt Cobain, Nirvana se presentó por última vez en la ciudad de Munich, Alemania, un primero de marzo del ’94.

Lo que comenzó como un show que aparentemente sería uno más dentro de su extensa gira por Europa, terminó siendo una desastrosa serie de eventos desafortunados que comenzaron con problemas de sonido evolucionando a un apagaron total en el lugar.

“La verdad ya no vamos a tocar. Nuestras carreras están al borde del precipicio, Nirvana se va a separar y el grunge está muerto. Es más, nuestro siguiente álbum será de hip-hop”.

Estas fueron las palabras de Novoselic, quien harto de la gira y las circunstancias de dicho show, parecía estar dispuesto para bajarse del escenario.

Eventualmente las luces regresaron, el show continuó pero incluso tuvieron que cortar “Smells Like Teen Spirit”, así que aquella “última gran presentación”, terminó siendo un show deprimente de 28 canciones, el más corto de toda la gira.

Luego de eso, la cosa no mejoró; Cobain estuvo tan enfermo que tuvieron que mandarlo a Roma para “relajarse“, donde en una borrachera con champaña, casi pierde la vida por cruzar flunitrazepam con alcohol.

Eventualmente, Kurt regresó a los EE.UU. donde tras un bajón depresivo, se quitó la vida un 05 de abril del ’94.

Por acá, pueden ver esa última legendaria noche en Munich, pero definitivamente, pudo haber sido mejor:

En otras noticias, Kurt Cobain tenía intensiones de reemplazar a Dave Grohl con un legendario baterista.