No hay nada mejor y peor que tener un crush. Una cosa es que te guste alguien, otra muy distinta es estar enamorado, pero que sea un crush es lo peor. Ese limbo extraño en el que te gusta, pero no lo suficiente para hacer algo, pero si esa persona hiciera algo al respecto enloquecerías por completo, pero no pasa entonces no haces nada, pero no puedes dejar de pensar en eso. Así de confusos y distractores son los crushs. ¿Tienes uno? Si te identificas con esto es que sí y ya sabes lo que eso significa… todo está perdido, al menos por un rato.
1. Te quedas viendo fijamente a esa persona sin darte cuenta.
2. Te sonrojas más de una vez al día.
3. Sudas, te ríes y salen tus tics nerviosos cada vez que tienes a esa persona cerca.
4. Te mueres de ganas de stalkear todo lo que hace, pero te resistes porque lo respetas demasiado… bueno un poquito.
5. Sueñas con esa persona un día sí y el otro también… y a veces tus sueños son sexuales.
6. Vives tu vida como si ya tuvieras pareja porque estás esperando que algo pase con esa persona.
7. Crees que te está tirando durísimo la onda o que te ignora por completo porque está enamorado de otra persona: no hay puntos grises.
8. Te la pasas hablando contigo mismo tratando de convencerte de que no te gusta, no te puede gustar… maldita sea quieres casarte con esa persona.
9. Te imaginas lo increíble que serían como pareja… pero al mismo tiempo tratas de encontrar razones para que no te guste ni tantito, pero siempre fracasas.
10. Buscas cualquier oportunidad para sentarte junto a esa persona o en un lugar donde te pueda ver sí o sí.
11. Le cuentas a tus amigos “cómo vas” todos los días aunque en realidad no está pasando nada de nada… bueno, solo en tu cabeza.
12. Cuando hablas con esa persona tocas cualquier tema pero tratas de evitar a toda costa hablar de cosas de pareja.
13. Cada que lo vez platicando con competencia potencial no te pones celoso, sino que sientes que el mundo se está acabando frente a tus ojos.
14. Leíste este post entero pensando en esa persona… “ya valiste”.
