Viva Despues

Viva! Pomona es el festival que más nos ha sorprendido en el año. Por mucho. La mezcla ecléctica y valiente de talentos, el espíritu “hazlo tú mismo”, el ver a un organizador con huevos tratando de resolver un problema social de fondo con música… en fin, razones sobran.

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Siendo honestos, la existencia de un evento así puso en la mesa una realidad que muchos prefieren ignorar: los festivales son cada vez más genéricos, aburridos, son el show de radio top 40 de nuestra generación.
Pero Viva! Pomona comprobó que todavía hay lugar para regresarle el significado a los espectáculos masivos. Esos que se hacen por las razones correctas.

René Contreras es el promotor que la industria necesita. El que organiza conciertos por amor al arte (literal), no por pagar favores, volverse famoso o hacer dinero. El que brincó de repartir flyers a reivindicar la imagen de su ciudad. Necesitamos más fenómenos así en todo el planeta, más jóvenes que crean en sus sueños, más conciertos en plazas públicas sin violencia ni datos horribles que lamentar, más música libre que borre las barreras culturales.

Eso es justamente lo que Viva Pomona logró.

La noche en la que terminó el festival, le pedimos a René que escribiera un texto para describir cómo se sentía, y qué podíamos esperar del su proyecto en el futuro. Esto fue lo que nos entregó. Larga vida a la música que se hace por el amor a la música. Larga vida a Viva! Pomona.