A principios de 2012 y a raíz de una serie de celebradas presentaciones en SXSW, los medios de todo el mundo voltearon a ver a HAIM. Para el trío de hermanas siguieron dos años repletos de grandes momentos que suenan increíbles para una banda tan joven. Giras con Phoenix y Vampire Weekend, nominaciones a la mejor nueva banda de 2013 de todo tipo de medios (desde la BBC hasta MTV), colaboraciones con Major Lazer, Kid Cudi, Portugal. The Man y hasta tocar con Primal Scream en el escenario principal de Glastonbury. Todo lo anterior sin un disco de estudio.

Eso fue el camino a uno de los debuts más esperados del año, pero la historia de HAIM comenzó desde mucho antes. Para ser más exactos, comenzó hace más de diez años y en ese entonces HAIM era Rockinhaim, una banda de covers en la que las hermanas tocaban clásicos de rock con sus padres. De ahí Danielle y Este (las más grandes) se unieron a The Valli Girls, una banda pop que pasó desapercibida salvo por una canción en el soundtrack de The Sisterhood of The Travelling Pants. Después de la fallida incursión en el pop, Danielle busco carrera como guitarrista de un tal Julian Casablancas y Cee Lo Green. Después de todas esas experiencias, las hermanas decidieron revivir Rockinhaim bajo el nombre de HAIM.

Como podrán ver, fue un largo camino con muchos altibajos e influencias distintas que terminaron en Days Are Gone, el brillante debut del trio. En el disco HAIM logran canalizar todas las fases de su carrera, se percibe la vibra de rock clásico de los años en los que tocaban con sus padres, el factor pop de sus años en The Valli Girls y por supuesto las influencias más recientes de sus contemporáneos.

“Falling” y “Forever” son las encargadas de abrir el álbum, ambas canciones que conocimos en su EP de 2012. Las dos parecen diferentes caras de la misma moneda: pop con una fuerte influencia ochentera en la que las voces de las hermanas se intercalan entre sí. Sigue “The Wire”, de cierta forma el primer sencillo oficial del disco, o al menos el primero que no habíamos escuchado antes. Un toque de new wave, un gran solo de guitarra disfrazado y letras brutalmente honestas hacen de la canción un nuevo himno para superar una relación fallida. Si la canción hubiera salido en los noventa habría aparecido en la cima de las listas, entre Sheryl Crow, Shania Twain y Alanis.

Con las primeras tres canciones de su nuevo disco HAIM dejan en claro que llegaron para quedarse. Tres sencillos diferentes pero que muestran a una banda con talento y que inevitablemente nos hará cantar. Sin embargo, no se puede apreciar su verdadero talento hasta la siguiente canción, “If I Could Change Your Mind” una muestra más de soft rock pero que en momentos nos recuerda a los mejores momentos de Stevie Nicks en Fleetwood Mac. De ahí en adelante HAIM pisa el acelerador y el álbum se convierte en una amalgama de influencias que logran convivir a la perfección bajo el propio sonido de la banda.

“Honey & I” comienza como una dulce balada À la Feist y poco a poco va creciendo hasta que termina en un acelerado coro que suena ideal para los grandes festivales en los que HAIM han estado tocando. En la canción que da nombre al disco, las hermanas suenan casi como una girl band de R&B de finales de los noventa, mientras que en “My Song 5” la distorsión de la guitarra es el centro de atención. En todo momento HAIM sorprende y lo más especial es que a pesar de la variedad de sonidos y géneros en su música logran unir todo, sin perder identidad. El resultado final es uno de los mejores discos pop del año, un gran debut que muestra que el pop no es un género plano y aburrido. Al contrario, es todo un terreno de juegos que si es bien aprovechado puede dar resultados increíbles.

Ahora la banda sólo tiene un reto por delante: capturar la cruda energía y ferocidad de sus conciertos en disco. En vivo son mucho más rock y los solos de guitarra y percusiones son más fuertes, lo que en un principio llamó la atención. Cuando logren juntar esa energía con su híbrido de pop y otros géneros serán imparables. Apréndanse el nombre de sus integrantes, escuchen sus canciones y prepárense, porque la invasión HAIM llegó para quedarse.