Último día de festival. Último día para aprovechar la múltiple y variada oferta ya no solo musical, sino cultural. La última oportunidad para ser parte de los XV años del Vive Latino. Un domingo con menos afluencia de gente que el día anterior, un cartel para todos los gustos y un domingo de llovizna y de futbol mexicano, que por su naturaleza alejó e invitó a muchos al Foro Sol.

Del desfile de bandas tempraneras, ChocQuib Town merece una mención honorífica. Los colombianos que hacen fusión de hip hop con funk calentaron la mojada pista del Foro, con todo y una versión de “Jump Around” de House of Pain.

En la carpa Rock & Libros pasó algo inédito, histórico y memorable. Diego Herrera, Alfonso André, Federico Fong y Javier Calderón musicalizaron tres cuentos de Juan Villoro, quien durante 45 minutos se convirtió en estrella de rock. El escritor, tímido a ratos, emocionado en otros, se aferraba al micrófono y bailaba con una sonrisa dibujada en su rostro.

Al mismo tiempo, Silverio se acompañaba de La Tesorito para dejar bien en claro que las clases de canto nunca les sintieron bien. El streaptease menos esperado del día cayó en manos del de Chimpancingo, y solo provocó un lamentable desnudo masculino en la audiencia.

Rumbo a la Carpa Rockampeonato, el Sonido La Changa agradecía públicamente a los organizadores del festival por la invitación inédita. El acto a vivir en la carpa era Kakkmaddafakka, unos noruegos que debieron tener ancestros latinos, porque en la sangre llevan el ritmo que destilan cuando tocan y bailan. Imperdibles este martes en Caradura o en cualquier otra ocasión.

El viaje nostálgico corrió a cargo de La Ley, quien le apostó a reconectar con el público que los catapultara a la fama hace justo unos 15 años atrás. Mucho material de Invisible, más temas del MTV Unplugged (con todo y Ely Guerra en “El Duelo”) y así terminaba una presentación sencilla, fácil y sin mucho arriesgue.

Y no todo ocurrió en los escenarios principales. Troker dio cátedra de buena fusión de jazz y demostró por qué Glastonbury los invitó por segundo año consecutivo.

Julieta Venegas, Placebo, Fito Páez y Zoé, los encargados de cerrar la jornada dominical y del año. Venegas no necesita dar explicaciones a los oídos sordos que reclaman su aparición en el festival. Su set se enfocó en su carrera post Bueninvento, invitó a Camila Moreno a cantar y cumplió con las expectativas. Al contrario, Brian Molko and friends vinieron a promocionar Loud Like Love, su último disco, y lo hicieron de una manera plana. Una presentación para los fans y nadie más.

Por su parte, Páez, el de Rosario, con atuendo de diva, se metió a todos en el bolsillo con sesenta minutos de éxitos de casi toda su discografía, lo que fue un adelanto de su presentación en El Plaza Condesa.

Zoé casi llenó el Foro Sol. También promocionan su nuevo disco, pero supieron cómo resolver el reto de tocar frente a un público que esperaba todo de ellos. Un show cargado hacia Reptilectric y Memo Rex Commander…, complacencias, invitados (Christian de Reyno) y las palabras finales de León (“Nunca se olviden de luchar, la esperanza es lo único que tenemos”), y cerraban con broche de oro la jornada de rock dominical.

El after in-house corrió a cargo de 2manydjs, quienes le dieron vuelta al dial y presentaron su aclamado Radio Soulwax. Una librería discográfica, una mujer desnuda orinando vinilo y a manipular durante dos horas las mentes de los enfiestados (y de los temas favoritos de la gente).

Se le cumplió a la quinceañera. Y como dice el anuncio que está en los pits del Autódromo: nos vemos en el 2015.