En una época de fiestas hasta el amanecer, de música electrónica que acompaña los excesos y las mañanas en las que no se recuerda nada, llega Little Red. El nuevo disco de Katy B es tal cual un paso adelante en su persona, o por lo menos lo que busca demostrar este año. Pongan su anterior disco On a Mission, escúchenlo y después pasen a esta nueva entrega; se darán cuenta que musicalmente e incluso líricamente, la señorita Kathleen Brien no es la misma de hace tres años y se esfuerza en demostrarlo.

Con letras que van más allá de disfrutar la noche en los clubes, Katy B regresó para decirle a su generación que el EDM muchas veces puede ser nostálgico y sobre todo con clase. Las texturas de su nuevo trabajo acompañan la autoestima y confianza de la cantante, sin dejar de lado los ritmos característicos que hace unos años pusieron a Katie B en la lupa de los buscadores de nuevas propuestas de música electrónica.

Aunque su tracklist de 12 canciones recorre distintos estados de ánimo, la primera canción “Next Thing” es un clavado a la pista de baile, sin perder el tiempo o dudar. Desde ese momento, la frescura y la fluidez con que la veinteañera ha regresado se nota y se disfruta. “Aaliyah”, por otro lado, forma parte de los mejores momentos del disco. No sólo por la colaboración vocal de Jessie Ware, sino también por resultar hipnótica mientras acompaña a una historia de amor y misticismo.

Si bien las historias en Little Red no caen en banalidades, retoman lo que pasa dentro de un club. “I Like You”, por ejemplo, nos hace recordar los enamoramientos en plena fiesta y por supuesto los corazones rotos que vienen después. Todo esto, más los sonidos angelados de canciones como “All My Loving” y “Still”, no logran desprender a Katy B de un mundo pop en el que en momentos llega a recordar a Taylor Swift; sin embargo, aquellos sintetizadores que nos regresan a la década de los noventa y que podemos escuchar en “Emotions”, son lo que hacen de su disco un avance para ella.

El tracklist es largo, la versión de lujo incluso lo vuelve un álbum de 18 canciones. Quizá esa sea la razón por que Little Red en momentos se sienta olvidable. No precisamente porque tenga canciones malas o débiles, sino porque entre tanto esfuerzo se puede llegar a perder. Sin duda estamos frente a un trabajo estupendo, momentos increíbles como “Saphire Blue” y “Play” con Sampha Sisay no nos dejan mentir, pero probablemente no todas las canciones tengan el impacto esperado.

Lo cierto es que Katy B sabe lo que hace, ha pasado de ser una chica que va de fiesta en fiesta, a una productora que detrás de letras empáticas, le da a la gente amante de la música electrónica y el pop, ciertos aires de madurez y momentos de reflexión. El amor nunca se va, las pistas de baile tampoco, así que Little Red es una excelente manera de llevar estos dos elementos a niveles diferentes.