Leí que eres fan de Star Wars, pero sobre todo eres amante de los foleys y los sonidos de la película y el trabajo de Ben Burtt, ¿cuándo empezó tu interés en el sonido?

Creo como cualquier niño de mi generación, desarrollamos un amor y pasión por esa saga, pero justo eso en particular de los sonidos, lo que hizo Ben (Burtt), cambió la manera de hacer las cosas en el cine y en mi vida. De niño no le puse mucha atención, fue hasta años después. Eran sonidos nuevos, cosas que nunca habíamos escuchamos como el “zoom zoom” de las naves. Después investigué más sobre cómo se hicieron y todos los detalles y eso me hizo ponerles más atención y volverme loco.

¿Recuerdas el primer sonido que te voló la cabeza?

No, relamente no me acuerdo de uno en particular, pero creo que fue investigando justamente sobre el sonido, cómo funciona y todo lo que hay a su alrededor. Fue por ahí de mis 20s.

En ISAM, la naturaleza está muy presente, hiciste muchos field recordings que después mezclaste con música electrónica. Esto matrimonio entre sonidos orgánicos y sintéticos, creo un mundo único, ¿cómo lograste juntarlos?

Para ser honesto la cuestión de esos dos mundos es una síntesis de sonidos, tratar de reproducir sonidos e instrumentos de alguna manera diferente. Cuando lo haces tienes que encontrar el balance perfecto y adaptarte a los sonidos de la naturaleza, no al revés. Intenté hacer algo que no fuera aburrido, algo muy descriptivo, como una pintura. Es básicamente lo mismo que una obra de arte, cuando tratas de sintetizar algo del mundo natural, tienes que aprender cómo funciona y opera. Estoy muy interesando en cómo los sonidos trabajan en ese mundo, de ahí surge toda esta exploración, para al final crear algo con ambos en donde pueda controlar más lo que sucede en el mundo natural.

Me encanta que hay canciones que se acercan al dubstep pero también está “Night Swim”, que parece una canción de cuna, el espectro sonoro que abarcas es enorme y cada canción tiene su propio universo. Es como un libro o una novela…

Sí, totalmente, es un disco muy personal en cuestión de sonido. Refleja todo en lo que estoy interesado y lo que me apasiona. Mencionas cosas como el dubstep pero para ser honesto no me interesa eso, llevo haciendo desde hace mucho tiempo bass y ese tipo de sonidos por gusto, no porque sea algo que me fije como meta. Ahorita están de moda esos sonidos, pero es una casualidad, yo no creo que hago dubstep, sino drum and bass, es lo mismo sólo trabajado diferente, es como una película, cuando hacen un remake y tiene más éxito que la original, es lo mismo, el remake del drum & bass.

Tu trabajo en soundtracks es muy interesante como en Splinter Cell (video juego) y Taxidermia (película), con ISAM qué vino primero, ¿la parte visual o la música, tenías en mente cómo querías que fuera el arte del disco y la parte visual del show en vivo desde que escribías la música o fue después?

No, para nada, el disco lo hice en tres años, fue un proceso muy largo. Durante ese tiempo sólo me enfoqué en pensar en la música y los sonidos, hice investigaciones, me clavé mucho para ISAM. Intenté crear algo a partir de la nada, algo que no existía. Al final del proceso realmente no tenía idea de cómo lo iba a presentar en vivo. No soy músico per se, así que tuve que pensar una manera de presentarlo en vivo que le hiciera justicia a todo el trabajo previo y ahí fue donde entró la parte del show; el contraste con lo orgánico del disco. Fue encontrarle una solución al problema en el que me había metido solito (Risas).

Y la parte de Tessa Farmer, ¿cómo se dio este acercamiento? (Tessa es la artista visual que hizo la portada de ISAM)

Ella estaba haciendo algo muy similar a lo que yo hice, pero con diferentes medios y materiales. Estaba colectando cosas del mundo natural y tratando de recrearlas en este mundo, una síntetsis pero de otra índole. Creó un mini mundo donde reconstruyó animales de manera muy artística y dedicada, ese fue el enlace que nos unió. Alguien en Ninja (Tune, la disquera de Amon) la conocía y nos puso en contacto, ella conocía mi música y fue una muy buena colaboración. Es sumamente diferente al show en vivo, ahí está toda la parte electrónica de ISAM, aquí la orgánica.

Portada de 'ISAM' creada por Tessa Farmer.

Portada de ‘ISAM’ creada por Tessa Farmer.

La película Metrópolis fue una influencia importante para el show visual, hablando de sci fi, ¿qué otra historias te gustaban cuando eras joven?

¿Sabes? La verdad es que no soy muy fan del sci fi, pero cuando tienes una película que altera las ideas del futuro, la gente encargada de los sonidos se tiene que inventar cómo suenan las cosas ahí, eso me interesa mucho más que la trama o la historia. Cómo suenan las cosas en el futuro, cómo suena algo que no existe, ese es el reto. Lo amo y esa es la idea de todo, imaginar cómo sonarían cosas que no existen. Lo pienso todo el tiempo… La escuela alemana de cine, las películas de Hitchcock, no son sci fi pero en la escena de Psycho de la bañera, él estaba pensando cómo sonaría un cuchillo y trató de musicalizarlo y lo logró perfecto sólo con un violín. ¿Ves? Es mágia, además se inmortalizó esa escena por la música.

¿Cómo te imaginas el futuro, cómo suena para ti?

No tengo idea y no quiero pensar en ello (Risas).

¿Qué es lo mas importante a considerar cuando haces un sample?

Creo que lo primero es definir qué es, la gente cree que los samples son cosas sencillas, pero no. Son algo que tomas de un contexto que ya existe, una pieza en vinilo por ejemplo, que después descompones y conviertes en otra pieza de música diferente. Era algo en lo que estaba muy clavado en los noventa, el chiste aquí es que no tienes realmente crédito de donde salió, sólo de lo que haces con él. Un sample o una grabación de sonido son herramientas para lograr algo más, no importa tanto la fuente, sino cómo lo aplicas, cómo trabaja con eso, así lo veo yo.

En ISAM experimentaste mucho con las voces, grabaste muchas cosas con tu voz que después hiciste pedazos y convertiste en algo más para lograr los sonidos que buscabas…

Si, me volví loco (Risas), me metí mucho en esa cuestión de cambiar el género de mi voz, cantar y cambiarlo, modifiqué también el tono, pero lo más importante fue cambiar el género. Traté de hacer estos personajes para cada canción que lo requería, algunas era una niña, en otras una mujer mayor, todos pensando como si yo fuera mujer. También los convertí en otros instrumentos y viceversa, algunos instrumentos los volví voces. Lo interesante es que la voz es algo que todo mundo reconoce aunque no entienda lo que dice, pero cuando lo transformas resuena más fuerte aún, resonamos con esa frecuencia porque la conocemos.

Two Fingers (otro proyecto de Amon), tiene el sello de Amon Tobin pero es como un viaje al infierno interior de cada persona, ¿qué parte de ti sale a flote con este proyecto, qué sacas aquí que no puede sacar como Amon Tobin y viceversa?

Son proyectos muy separados, viven en universos diferentes dentro mí, por eso tienen nombres diferentes. Soy muy nerd y me encanta explorar sonidos y crear universos distintos al mío, por eso existe Two Fingers es mi patio de juegos. Ahí puedo volarme más, hacer cosas más viscerales, es una manera en la que puedo hacer música más inmediata enfocada en el bass, en el hip hop. Es bonito, no tengo que pensar mucho, no me clavo como en ISAM, sólo hago un beat y saco toda mi mierda, me relajo y después ya regreso a hacer mis discos como Amon Tobin con la mente despejada.

Amon Tobin se presentará el domingo 6 de octubre en el cierre de MUTEK_MX.