Cuentan que en la primera edición del FYF no había agua, mucho menos pensar en comida. A 10 años de su primera celebración, el festival ha evolucionado en todos los sentidos y por supuesto también con sus oferta gastronómica. En un festival de música, digamos que nos esperamos algo más que una simple hamburguesa o una pizza para matar el hambre y seguir disfrutando de nuestras agrupaciones favoritas, pero el FYF tiene varias sorpresas bajo la manga.
En el festival, pueden saborear la típica rebanada de pizza, papás fritas o algún hot dog (por 5 dólares) pero también pueden disfrutar de una variedad más amplia en los “Food Trucks” (los precios de sus platillos van de 7 a 20 dólares) quienes por primera vez forman parte del festival. Además, los camiones son una muestra de las delicias gastronómicas con las que puedes encontrarte en las calles de Los Ángeles.
Ya que es un festival de esencia ”punk” y retomando la filosofía Straight Edge (que significa comprometerte y abstenerse, entre muchas cosas, del consumo de productos de origen animal y están a favor de la no explotación de los animales), es muy claro su interés por incluir establecimientos que en su oferta cuentan con comida vegetariana y vegana, así como productos orgánicos. La mayoría de los locatarios tenían opciones para cualquier paladar exigente.
Desde la apertura del festival hasta casi el cierre, no paraba de desfilar comida y ver a rostros satisfechos, quienes además de bailar y cantar con las propuestas musicales del FYF Fest, se fueron con la barriga contenta.
En los Food Trucks puedes probar desde un rico sandwich de pavo, en su versión italiana, vegana o de pastrami cómo en Deanos Deli.
Los asistentes del FYF Fest destacaron la gran variedad de platillos que ofrece el festival y que va más allá de la simple comida estadounidense, cómo buen festival angelino es una muestra de la fusión con cocinas latinoamericanas y europeas.
En cuanto a las bebidas, venden botellas de agua (2 dólares), jugos, cerveza sólo para mayores de edad y solamente la puedes beber en áreas especiales, los famosos beer gardens, que por lo mismo están atascadas de asistentes.
Los básicos del cualquier festival, pizza, hot dogs y papás fritas.
El clásico americano: deliciosos pretzels
Para refrescarse, un rico raspado al estilo hawaiano.
Gónzalo, ofrecía arepas (libres de gluten), platos de fruta y dulces hot cakes de maíz con queso mozzarella.
En el Food Truck, El Luchador invitaba a los asistentes a probar su variedad de hamburguesas cómo la The Santos, con guacamole, queso, pepinillos y tocino.
Rushed Art Food Truck y su gama de sándwiches, empanadas argentinas y wraps cómo el de pollo asado, tocino, dip de piña y vinagreta de limón y ajo.
En BBQ So Good, ofrecían tacos (3 dólares) de BBQ de puerco, pollo y hasta tacos veganos.
O también estaba la opción de Southern Fried Vegan, BBQ libre de gluten y con productos 100 por ciento orgánicos.
Para los fanáticos de las hamburguesas en Me So Hungry, todos los asistentes quedaron contentos con la Cali Sliders, Angus Beef o la Smoke Apple con tocino, cebollas salteadas en aceite balsámico y queso gorgonzola.
Algo de la muestra gastronómica de Food Co., tacos de pescado, ensaladas, sliders, sándwich de camarón.
También hubo comida “mexicana”, cómo en Leno’s: tacos, nachos, burritos, quesadillas, y algunas combinaciones extrañas.
Por 7 u 8 dólares y si eres mayor de edad, puedes disfrutar de una Budwiser, Budlight, Black Crown, Shock Top o Stella. Si quieres algo más fuertesón por qué no una margarita para mitigar el sol.
¿Qué fue lo que más se les antojó?
