Por: @LGKING

Mentiría si dijera que soy un gran fanático o conocedor de Spitirualized. La verdad es que he escuchado un par de discos (error no haber escuchado todos antes del concierto) y me gustan mucho una tercia de canciones. A pesar de mi poco conocimiento sobre la banda decidí comprar boleto para su primera presentación en México, tenía un gran presentimiento sobre la presentación y creo que ver una banda en vivo es una gran forma de enamorarte de su música.

Para cuando estaba sonando “Hey Jane”, la segunda canción de la noche, estaba convencido de que mi inversión había valido la pena y que estaba presenciando uno de los mejores conciertos del año. A lo largo de dos horas Jason Pierce y su banda se adentraron en la extensa discografía de Spiritualized, un concierto para compensar los años de espera que tuvieron que sufrir los fanáticos de la banda. En esas dos horas vimos la gran riqueza musical que ha hecho a Spirtualized un grupo con un culto tan apasionado. Pasaban del rock psicodélico al gospel, luego al blues y al soul además de tener toques de shoegaze. Era una experiencia verdaderamente impresionante para todos los presentes, fans o no. Lo mejor de todo es que el público realmente respondió a esto. En momentos había silencio absoluto, algo que hacía años no me tocaba experimentar en un concierto. La audiencia fue respetuosa, entregada y verdaderamente interesada en la música algo que inmediatamente creó el perfecto ambiente para la velada.

Era difícil no caer presa de Pierce y su excelente banda que incluía a dos coristas encargadas de las partes gospel a lo largo de la discografía de Spiritualized. La música te atrapaba y no te dejaba ir, el excelente sonido del teatro estaba tan bien diseñado que te envolvía, si cerrabas los ojos unos minutos era fácil sentirte en medio de una experiencia y no sólo viendo a una banda. El cambio de géneros en las canciones, mezclado con la improvisación hacían de cada tema algo único. Podían empezar con canciones prácticamente acústicas y terminar en un distorsionado jammeo de shoegaze, no sin antes pasar por un momento gospel o uno psicodélico. Era inesperado, emocionante y cautivante todo lo que debe ser una presentación en vivo.

Jason Pierce no dijo gran cosa, sólo se limitó a decir un par de “Thank You’s” y su expresión era completamente parca, pero en los momentos que se levantaba para recibir el aplauso de la audiencia se notaba que estaba verdaderamente agradecido por la reacción del público. La queja de algunos fue la obvia omisión de ciertas canciones como la legendaria “Ladies and Gentlemen: We’re Floating in Space”, pero con un concierto así se perdona. Además viendo lo sucedido anoche, es fácil afirmar que Spiritualized volverá a encontrarse con México tarde o temprano.