Foto: Sebastián Wilson

Texto: Guillermo Rivero (@redmarker)

Ayer, por primera vez en años fui a un concierto en el que no estaba a nivel del suelo. Estaba en las alturas del Palacio de los Deportes mientras Pulp hacía una demostración de lo que una buena banda puede hacer para un concierto inolvidable. Y desde las alturas, las pantallitas de las cámaras y de los celulares. Los Android y los iPhones claramente popularon Instagram, demostrando el poder de la aplicación ahora comprada por Facebook. Todos mostraron su versión de los neones de Pulp, todos mostraron lo pequeño que se puede ver Jarvis desde diferentes ángulos. Me gusta ver las fotos de todos, una, como dice @hombregratis, el ultímate estuve ahí.

Instagram lo entiendo, es compartir el instante, quienes seguimos y nos siguen es la muestra de nuestras vacaciones, los viajes, las alas de los aviones, los conciertos, las obras de arte en venta o los festivales de rock, por eso vale 1 billón de dólares, porque ahí en Instagram por primera vez compartimos realmente nuestras fotos. Como cuándo Paty y Selma regresan de viaje pero en el instante. Pero ¿y las cámaras?

¿Qué pasa con esos GB’s y GB’s de fotos y los millones de megapixeles de fotos de conciertos? La data que un concierto genera debe ser impresionante, si hay 1 cámara de 11 megapixeles y su foto pesa 5 MBs y se toman 40 fotos esa cámara solamente generó 200 MBs más de lo que seguramente pesa el disco de la banda que estaban viendo en iTunes o Pirate Bay. Y, si 5 personas hacen lo mismo, son 1 GB. Habían más de 5 cámaras ayer. Todos grabando video con su pésimo audio, todas intentando capturar ese momento de fanatismo. Ver el concierto por la camarita, grabarlo, checar la foto, ver el concierto por la pantalla, como en la tele. ¿Sirve eso para acentuar la memoria del momento? No lo se.

Me pregunto, ¿que pasa con todas esas fotos? Se seleccionan unas 10, se borran las demás. Se suben a Facebook, se enseñan a otros, ¿qué pasa con ellas? Uso este foro para preguntarles ¿qué hacen con sus fotos de conciertos? Yo les digo que todas las fotos de mi celular las traigo ahí como testigos de mi cotidianidad. Hace tiempo no uso mi cámara y cuando tomaba fotos de conciertos lo hacía en Puebla para documentar conciertos, era prensa. Y después, nadie las veía. Morían en una carpeta de mi computadora en un disco duro y no pasa nada con ellas.

Más que las fotos familiares, creo que nadie dice: “Ah! Voy a ver mis fotos de Radiohead de hace dos años. O las de Daft Punk.” Las fotos que nos tomamos de haber estado ahí con amigos son una cosa, pero, ¿y las de la banda? Esas fotos quemadas o mal tomadas o muy lejos o muy movidas, ¿esas qué?

Yo tal vez soy desapegado y no entiendo, pero ustedes ¿qué hacen con las fotos que toman de los conciertos? Digo, después de instagramearlas.