Gales es sin duda alguna una de las ciudades favoritas de los viajeros, especialmente por la enorme cantidad de castillos que hay en su territorio. Definitivamente, conocida por tener el mayor número de estas colosales construcciones en su territorio.

Es difícil saber con exactitud cuantos castillos fueron construidos en Gales; un estudio sugiere que en la Edad Media había un castillo por cada 19 km2, y en la actualidad, se han contabilizado 427 estructuras de pie.

Una de las razones por las cuales Gales está plagado de castillos es claro, por conflictos políticos y armados con otras naciones. Durante siglos, los galeses lucharon en contra de la dominación inglesa.

La clave aquí es la naturaleza fragmentada de la lucha. Durante 200 años, los señores anglonormandos se enfrentaron contra una serie de principados galeses, que a la vez luchaban entre sí tanto como contra los ingleses”, explicó Daniel Power, profesor de historia medieval en la Universidad de Swansea.

Otro factor importante es la naturaleza geográfica, pues al contar con numerosos valles y montañas fácilmente defendibles, conectadas a un correcto abastecimiento por río y mar, resultaba entonces poco complicado edificar un castillo.

No es casualidad que muchos castillos normandos se construyeran sobre antiguas fortalezas galesas, que a su vez habían sido fuertes romanos o de la Edad del Hierro, ubicados en puntos naturalmente estratégicos para controlar el terreno circundante“, comenta el profesor Power.

Probablemente algunos de los castillos más famosos de Gales sean Beaumaris, Caernarfon, Conwy, Harlech y Flint, que pertenecieron al rey inglés Eduardo I, conquistador de gran parte de Gales durante el siglo XIII.

Si bien todos los castillos tenían que ver con la milicia y el control, hay algunas diferencias notorias entre ellos, como el de Caerphilly, diseñado como sede del poder y el comercio, y los castillos del norte, construidos para asegurar la supremacía militar de la Corona inglesa

Con un área de 121.000 m2, Caerphilly es el castillo más grande de Gales, mientras que la torre de Cwm Camlais (destruida en gran parte en 1265 y nunca reparada) es el más pequeño.