La corrupción en la ciudad de México es un cáncer latente: bajo la premisa de que “todo bien” y “no pasa nada”, miles de proyectos en materia de desarrollo urbano y arquitectónico, se han llevado a cabo con permisos forzados y mordidas por debajo del agua.

Prueba de esto es Artz Pedregal, complejo comercial que el día de hoy sufrió un derrumbe bastante ostentoso que si bien vuelve a poner en tela de juicio a la pésima administración de Mancera en la CDMX, no es un caso nuevo o aislado…

El complejo ya se había desplomado una vez hace dos años.

En noviembre del 2016, los cimientos de dicha estructura presentaban fallos y puntos claves que demostraban ser una barrera inevitable para su construcción.

Sin embargo, Grupo Sordo Madaleno “encontró” las vías necesarias para seguir adelante con el proyecto pese a que este ni siquiera podía discernir un punto saludable para iniciar la construcción:

A pesar de esto, a pesar de lo obvio y de que la decisión correcta era abandonar el proyecto, la construcción siguió.

¿Y cual fue el resultado?

Esta ansiosa pieza audiovisual que algunos encuentran “gratificante” por la “perfección con la que todo se desploma”, mientras que otros encontramos desesperante y sumamente estresante: