Cuando el fanatismo le gana al juego …

La tarde de ayer (3 de julio) el equipo Colombiano se enfrentó a la escuadra de Inglaterra en el Spartak Stadium por el codiciado pase a cuartos de final de la Copa Mundial de Rusia 2018, y en un partido altamente cardiaco, los ingleses se erigieron frente a los sudamericanos tras vencerlos en la ronda de penales que culminó con el encuentro.

Como era de esperarse, toda la afición colombiana se percibía visiblemente decepcionada al sentir que el quinto partido se les había escapado, pero algunos de ellos llevaron esa ira al lado más oscuro de la naturaleza humana.

Los jugadores Mateus Uribe y Carlos Bacca fallaron los tiros que llevaron a la selección Colombiana a quedar fuera de Rusia 2018, y a tan sólo algunos minutos de haber finalizado el partido, ambos recibieron muchos mensajes vía redes sociales con serias amenazas de muerte si regresaban a su país.

Algunos otros decían, “Ese fue el último partido de Mateus Uribe, ese hombre ya está muerto” o “Gracias a todos los jugadores, excepto al tres veces hijo de p**a, inútil, muerto, Carlos Bacca. No vuelvas aquí”. 

La situación tomó más relevancia pues justamente el día de ayer se conmemoraba el 24º aniversario luctuoso de Andres Escobar, jugador baleado por una pandilla 10 días después de que su error en contra de los Estados Unidos derribara a Colombia de la Copa Mundial de 1994.