“Amigos, aprendan a decir adiós”, dice Girl Ultra antes de bajar del escenario Corona en Festival Ceremonia 2018, en respuesta al público que se niega a dejarla ir.

“Poder decir adiós es crecer”, cantaba Gustavo Cerati en 2006. Mariana de Miguel tenía 12 años, soñaba con ser cantante, dejaba ir su alma a través de su voz con canciones de Britney Spears y Christina Aguilera en un karaoke de Bratz. Aún no entendía qué significaba ese verso que cantaba el argentino y mucho menos imaginaba que años más tarde lanzaría un Ep rindiéndole tributo a ese mismo sentimiento y que ese álbum la consolidaría como la joven promesa del R&B mexicano.

“Creo que las despedidas son parte de la humanidad. Nunca aprendemos del todo a decir adiós porque siempre nos aferramos a ciertos sentimientos. Nos negamos a que la idea, la persona o el momento ya no esté ahí. Y es eso, tomar con filosofía que el adiós no siempre es malo, muchas veces es para crecer”, afirma.

Adiós, su segundo material discográfico, es una oda a ese proceso que te enseña a dejar ir para poder crecer. El soundtrack de una relación amorosa de la que creíste no sobrevivir. Ocho canciones que te enseña que tus cicatrices son medallas de batalla, un mapa que indica lo lejos que has logrado llegar. El preludio de esa decisión que necesitas tomar para seguir adelante.

¿Crees que un corazón roto es garantía de un buen disco?

“Lo es, sí lo es. Sobre todo, cuando uno se induce el sentimiento siempre. Creo que es un poco la tortura eterna del artista, el romantizar las cosas. Y tal vez es porque soy escorpio y romantizo todo. No sé, como que pienso con mis sentimientos, pero ha sido así, muy vivencial”, responde en un hilo de voz, rápido y casi sin respirar.

En la explanada del escenario Corona “Cruel”, “Abril” y “Bye, bye”, son coreadas, más bien gritoneadas al borde de las lágrimas. Cada estrofa es un bálsamo que cura, que libera.

La sencillez de sus letras y su honestidad en el escenario es lo que día a día aumenta su número de seguidores. Detrás del glamur y la sensualidad se encuentra una joven de 22 años que en la música encontró un medio para expresar sus miedos y sus pasiones.