11-tracks para escuchar en una tarde lluviosa.

Es curioso, ¿no? Pasamos de sentir ese enamoramiento fugaz con distorsiones y golpeteos garage/pop, a tener un momento reflexivo con la música de una banda que pensamos, jamás nos haría reflexionar:

Hinds

Ahora, no me malinterpreten. No digo que la música de Hinds no pudiera llegar a ponernos en ese mood “jamás”, pero desde aquella colaboración con The Parrots en “Davey Crockett + All My Loving”, era muy difícil imaginar al cuarteto salirse de esa rebeldía juvenil de una España completamente nueva para nosotros (al menos a nivel sonoro), para entrar un aspecto maduro y definitivamente, ‘I Don’t Run’ ahora nos ofrece eso.

Abriendo con “The Club”, uno los mejores tracks de su carrera hasta el momento, Hinds nos deja algo muy en claro: La banda ha madurado, sus pensamientos, ideas, líricas y actitudes lo han hecho con ellas, pero el sonido no precisamente por eso, debe de cambiar.

A nivel sonoro:

Hinds se mantiene; voces con mucho spring reverb y altas cantidades de distorsión, en guitarras melódicas que no se desentienden de los guertes guitarreos acoplados a una batería extremadamente rítmica y divertida.

A nivel lírico:

La cosa cambió muchísimo; ahora Hinds tiene este aspecto maduro y consciente que no precisa tanto de la fiesta, sino de las reflexiones que ocurren durante ella.

No todo se trata de beber mucho, enamorarse rápido y romperse el corazón como si no hubiera un mañana. Llega una edad en la que las resacas pesan tanto que los domingos, los preferiríamos con un buen libro o esa buena compañía, en vez de un dolor de cabeza y un par de cervezas “para bajarla”.

Así que nada. Dense por acá lo nuevo de Hinds que en definitiva, es una serie de tracks que te podrían acompañar en un lluvioso sábado por la tarde (sin cruda).