El mundo está lleno de injusticias y de incongruencias, y la industria de la música no se salva de esta observación. ¿Dirías que los artistas más famosos del mundo son los más talentosos, técnicamente hablando? Pues todos sabemos que no es así.

Tristemente, desde hace décadas las compañías discográficas han perfeccionado el arte de crear figuras pop, sin importar si tienen una pizca de talento o siquiera la mínima comprensión de conceptos básicos. De hecho, tener un rostro bonito y muchos contactos es más que suficiente para tener éxito en el medio de la farándula. Sin embargo, esta -mala- práctica está yendo en ascenso y ahora la misma industria de la música reporta que el porcentaje de estrellas pop que ni siquiera saben leer partituras está en aumento.

Hoy más que nunca vemos celebridades “cantando” para decenas de miles de personas, celebridades que no saben qué es un “do” o un “sol sostenido”. Si te preguntabas por qué la industria de la música está tan mal, aquí tienes parte de la respuesta. Lo peor de todo es que, según esto, se está poniendo de moda una práctica entre figuras célebres y productores, la cual consiste en cantar sobre guías pre-grabadas, las cuales guían a los “cantantes” sobre beats y ritmos pregrabados.

O sea, Justin Bieber no tiene que leer partituras al momento de grabar sus voces. Un productor imaginó previamente cómo debería ir su voz, así que pre-grabó la línea melódica para que Justin la siga, solo que con su voz y la letra final. ¡Eso es trampa! Y pues bueno, qué decepción para todos los músicos que pasan horas entendiendo la música desde un enfoque teórico y que buscan crear arte por el camino del bien.

Vía Soompi.