Polly Penrose es el nombre de esta artista visual, que hace casi un década decidió comenzar ‘A Body of Work’, un serio de autorretratos de su cuerpo desnudo. No se trata de erotismo, ni siquiera de documentación, es un experimento del cuerpo como parte de contexto, como pieza más un elemento del mundo: el rostro siempre aparece cubierto como un herramienta de más para alejar al espectador del humano y llevarlo de nuevo a la materia: lo que somos, carne, huesos… moléculas… de lo que está hecho el mundo.