Este año ha sido un gran año para la industria de los vinilos, tan sólo en Estados Unidos se vendieron más de 8 millones de copias, y en el Reino Unido, por primera vez en dos décadas, se vendieron más de un millón de copias, sin embargo esto –que debería ser una buena noticia–, viene acompañado de grandes problemas, pues resucitar este formato tiene desventajas que nadie veía venir.

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Resulta que las fábricas que producen vinilos, al menos en Estados Unidos, están sufriendo intentando mantenerse al día con la demanda, pues el equipo con el que se producen no ha mejorado a la par que el interés del mundo por este formato, al contrario: las máquinas son viejas  y necesitan mantenimiento frecuente, además muchas de las refacciones necesarias para éstas ya no están en producción. De modo que nos encontramos con una de esas malas bromas del destino: la gente quiere más vinilos, las fabricas quieren producirlos, las máquinas ya no pueden más, y nadie está haciendo nuevas máquinas. Todo mal.

Esta situación, como verán, deja a la industria en un molesto predicamento, del cual nadie sabe exactamente cómo salir… pues si bien ahora se venden más vinilos que en décadas pasadas, ¿se venderán los suficientes como para mantener, no sólo a las fábricas de vinilos, sino a las fábricas de equipo para fábricas de vinilos? Todo es muy incierto.

Vía Tonedeaf.com.au