Estudios hechos por Daphne Bavelier, de la Universidad de Rochester descubrieron que todo ese tiempo que pasas jugando esos violentísimos videojuegos te está sirviendo de algo. Se descubrió que con los videojuegos de acción se desarrollan habilidades de aprendizaje en general. Para entender esto, primero hay que hablar un poco sobre cómo aprende nuestro cerebro: con la finalidad de ahorrar tiempo, nuestro cerebro construye esquemas alrededor de las tareas que realiza, y constantemente está prediciendo sobre esos esquemas. Por ejemplo, cuando manejas, vas prediciendo tus acciones, pero con la consciencia de poder adaptarte en caso de ser necesario. Los videojuegos de acción te enseñan a crear predicciones más precisas y adaptarte a cambios de maneras más rápidas. Por lo que jugar videojuegos de acción (en los cuales tus niveles de estrés son altos) este proceso es constante y ágil.

También te puede interesar:”Estos son los videojuegos más vendidos de la historia. ¿Cuál es tu favorito?”

Y esto no es todo: este aprendizaje es duradero. Vaya, que lo que has aprendido te servirá a largo plazo. ¿No te gustan los videojuegos violentos? No hay problema. Este aprendizaje se da en cualquier juego que requiera de respuesta rápida, atención dividida y la predicción de tareas. ¿Ves? Ya no estás perdiendo el tiempo, sino liberando tensión en un campamento de neuronas.

Vía: pnas.org