Un día decides ir al gimnasio, con todo el coraje, fuerza de voluntad y alineación espiritual que ello significa. Y cuando estás por llegar, o cuando sales orgulloso de tu desempeño de campeón olímpico (léase caminaste 3.5 minutos en la caminadora), un troll te ofrece cupcakes. Y te hace ver que en realidad, tiraste tu tiempo a la basura.

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Candidata a la broma del año.
Oigan Running Late Show, ¡No se mueran nunca!

Vía: Running late show