Blondie en los inicios de su carrera.

Blondie en los inicios de su carrera.

En la actualidad la idea de una banda de rock liderada por una mujer no suena extraña, de hecho hasta podría considerarse uno de las fórmulas más comunes dentro de la industria, casi rayando en el cliché. Al igual que con muchos temas feministas, durante mucho tiempo ese no fue el caso, durante décadas enteras en rock y sobre todo las bandas eran un territorio completamente dominado por los hombres.

Eso cambió drásticamente a mediados de los setenta cuando una generación de fundadoras y más tarde herederas del punk neoyorquino decidieron tomar las riendas de la industria musical. Ahí estaba la poeta por excelencia del punk, Patti Smith, y años más tarde llegarían Chrissie Hynde de The Pretenders y la explosiva Cherie Currie de The Runaways. Dentro de esa generación surgió una cantante, casi a la par de Smith, que cambió el rol de las mujeres al frente de una banda de rock. De todo ese grupo de brillantes mujeres fue la que lideró el cambió y abrió las puertas a docenas de mujeres en la industria musical: Debbie Harry.

El camino al estrellato no fue nada sencillo para Harry, antes de formar la banda que marcó su destino fue conejita de Playboy, participó en una banda folk y tuvo un encuentro cercano con un asesino serial. Para 1974 su suerte se había estabilizado y junto al que en ese entonces era su novio, Chris Stein, formó su propia banda: Blondie.

Una de las agrupaciones más importantes del underground neoyorquino y de la generación de CBGB, Blondie era una fuerza imparable que lideró el new wave en Estados Unidos. Su actitud punk combinada con experimentación con otros géneros los convirtió en una de las bandas obligadas de su generación. Claro que también tenían otra gran diferencia, contrario al estándar, eran liderados por una mujer.

Para cuando Blondie lanzó su primer álbum, el mundo ya tenía un año de conocer a Patti Smith y su brillante debut Horses, pero Debbie Harry era algo completamente diferente. Las dos exponentes partían del mismo espíritu y crudeza punk, pero Harry era un arma de doble filo. Por un lado era la intérprete salvaje y atrevida, pero por otro era un dulce diva pop en potencia. En un momento podría entregarnos un agresivo himno de chica mala (“Rip Her to Shreds”) y después una balada pop para un corazón roto (“Out in the Streets”).

La versatilidad de Harry y el resto de Blondie la llevaron a los extremos, un día era la princesa de CBGB’s al día siguiente la musa de Andy Warhol, pero siempre una pionera de la cultura pop. La banda no se quedaba atrás y juntos lograron ser un exitoso acto crossover, uno que coqueteó con otros géneros pero siempre salió victorioso. Con “Heart of Glass” crearon uno de los últimos éxitos de la era disco, mientras que con “The Tide Is High” revivieron el reggae y con “Rapture” lograron la primera canción de hiphop en llegar al número uno en Estados Unidos.

Videos, sesiones de foto, moda y música, la influencia de Blondie marcó a toda una generación y tiró los prejuicios que impedían que las mujeres lideraran en el rock exitosamente. Harry era única, era salvaje, dulce, atrevida, sexy, feroz e impredecible. El impacto fue casi inmediato, lo que se hizo notar en bandas como The B-52s y cantantes como Madonna, que inmediatamente admitieron haberse inspirado en Blondie y particularmente Debbie Harry. Durante casi toda la década de los ochenta las comparaciones entre Debbie y Madonna fueron constantes, tanto que la Reina del pop llegó a admitir la gran influencia que Harry tuvo sobre ella.

Pero eso solo fue el comienzo, la influencia de Harry y Blondie se extendió hasta varias décadas después y bandas como Hole, Elastica, Garbage y No Doubt terminaron siendo sus verdaderos herederos. “The Tide is High” podría ser la base del sonido original de No Doubt, mientras que las primeras grabaciones de Blondie parecen los planos sobre los que Courtney Love construyó Hole. Hasta “Rapture” y “Platinum Blonde” podrían ser consideraos precursores de la forma de cantar de Kim Gordon de Sonic Youth. Desde Kathleen Hannah hasta Carrie Brownstein, no hay una mujer al frente de una banda que no este en deuda con Blondie y Debbie Harry.

No Doubt, Garbage y The Distillers haciendo un cover a “Call Me” de Blondie en el 2002:

Normalmente el Corona Capital se caracteriza por tener un acto de “nostalgia” dentro de su cartel, pero este año no se debe ver a Blondie como eso. Se les debe ver como la oportunidad de oro dentro del festival, la de ver a una banda que revolucionó la música y que abrió las puertas para las mujeres en el rock.