Texto: @folkmetender

“A partir del Toreo, todo es Satélite”, por lo menos para Santiago Casillas, mente detrás de la joven banda sureña Little Jesus, parte de nuestras Bands to Watch de este 2013. Estuvimos con Santiago y Pony, fuimos a comer, platicamos sobre vivir y crecer en el sur y el norte de la ciudad, los festivales callejeros como CMJ, SXSW o el festival Marvin, los grupos de WhatsApp, Alexa Chung, entre muchas otras cosas. Al día siguiente, Little Jesus se presentó en El Imperial y estuvimos en el soundcheck. Después, fuimos por unos mezcales y finalmente vimos el show. Todo con el fin de conocer de qué se trata esta nueva banda que comienza a hacer ruido.

La escena sureña ha encontrado en los últimos años un lugar cómodo y acogedor en Topetitud, estudio de grabación de Molotov y Camilo Froideval. La alineación actual de Little Jesus incluye a miembros de otras bandas del mismo hemisferio como The Plastics Revolution, Los Interpretators, 3 Dudes and a Mullet y I Can Chase Dragons!

Santiago: Yo compuse todo en Boston. Little Jesus empezó aquí como proyecto de música electrónica. Tocaba garage rock y de repente conocí Live y Reason. Quise hacer un disco de electrónica pero, la neta, no me salía. Lo olvidé por un rato. En Boston tocaba puro jazz y cosas de escuela de música. Entonces me puse a componer unas pop songs, se las enseñé a un cuate, le gustaron y se armó la banda. Tocába con tres colombianos. Después vine de vacaciones y Lalo (Rojas, manager y amigo) me dijo que tenía una fecha en El Imperial con Matilda Manzana. Me invitó a tocar en aquel concierto. Le dije que sí, obvio no iban a venir los demás así que necesitaba una banda. Le hablé al Truco, el baterista. Lo conozco desde hace mucho, aprendimos a tocar juntos así que fue muy fácil. Después a Pony, a Medina de los Plastics (Revolution) y al Chimo. Sacamos las rolas y cada quien le puso de su cosecha, me gustaron más cómo quedaron con ellos. Ahora lo siento más como banda, las rolas nuevas sí son ideas mías pero cada quien hace lo que se le antoja. No volví a tocar con los de Boston (risas).

Lalo y Pony son viejos amigos de Santiago, a ambos los conoció en la preparatoria aunque en distintas circunstancias. Los demás miembros actuales de Little Jesus son amigos y esa relación se nota en la dinámica de la banda.

S: Tenemos un grupo en WhatsApp donde vemos cosas de la banda, se llama Pandilleros Olor a Muerte (risas); es un lugar denso y divertido. Lalo iba una generación abajo de la mía. En ese entonces yo tocaba con Los Bang Bang. Un día nos fue a ver tocar y me dijo: ‘Quiero ser su manager’. Claro que le dijimos que sí, en aquella época no sabíamos lo que un manager hacía (risas). A Pony lo conocí por una amiga en común

P: Julia, una amiga que iba en mi escuela y se mudó a la de Santiago. Nos presentaron en una fiesta y nos juntamos a tocar.

Santiago, al igual que Julio Gudiño (I Can Chase Dragons), estudió en Berkeley. Sin embargo, estar ahí no es lo que todos creemos.

S: No terminé, no me gustó. Cuando terminé la preparatoria me quedé poco más de un año sin saber qué iba a hacer de mi vida. Lo que más me gustaba hacer era tocar música y supuse que si estudiaba música iba a ser ultra feliz. Tenía las expectativas de que era un lugar donde te desarrollaban creativamente. Sentí todo lo contrario, tenía la cabeza llena de ideas y me decían: ‘No, por ahí no, vete por aquí’. De todos los que conocí, Julio es de los pocos que sí está haciendo cosas padres. Tiene cosas súper locas que no ha sacado. A ‘Jules’ le encanta la escuela, pero él está estudiando terapia musical enfocada a enfermos terminales.

Cuando tomé la decisión de regresarme fuimos a tocar al CMJ a Nueva York con I Can Chase Dragons y vimos a todos los graduados que estaban sufriendo muy cabrón. Habían terminado una carrera larga y cara y estaban como empezaron, como yo antes de iniciar la carrera.

Hablamos de CMJ y de los festivales de circuito callejero como SXSW o el festival Marvin aquí en el DF, sobre lo interesante que es este formato de festival y la posibilidad de encontrarse a celebridades o cotorrear con las bandas.

S: Me pasó en CMJ con Alexa Chung entré a un showcase de Brooklyn Vegan y ahí estaba ella viendo a la banda, era un ángel (risas) me dio un chingo de pena pedirle una foto.

Para terminar la sobremesa, platicamos un poco sobre el disco debut de Little Jesus. Hasta ahora, la banda sólo ha lanzado el sencillo “Berlín”, con el cual lograron tocar en el Centro de Cultura Digital.

S: Todavía no lo terminamos, tenemos grabadas seis canciones en las que yo grabé casi todo, las baterías las grabó Truco y el tecladista metió unas cosillas. Vamos a grabar tres o cuatro canciones más las cuales pertenecen a la segunda etapa de Little Jesus. Ya no es el proyecto de Santiago y unos güeyes. Son dos partes diferentes de mi vida; una la hice en Boston, en un lugar precioso y tranquilo, y la otra acá, juntándonos a las 10 de la noche porque nadie puede antes (risas).

Nos despedimos y nos vimos al día siguiente. Llegamos al soundcheck y después nos fuimos a relajar antes del show. Platicamos más relajados sobre la cena de Navidad de Little Jesus y el “proyecto” de rap alterno de Santiago y Pony (Bofo100). Cerca de las 11 de la noche regresamos al Imperial para el show de los ‘Lil’Jay’, como les dicen de cariño sus amigos.

A las 11:30, Santiago y sus pandilleros subieron al escenario para tocar las canciones que formarán parte de su disco debut. “Azul”, “Químicos” y “Berlín” fueron de las más destacadas de la noche. En vivo Little Jesus se ve y se escucha como una banda sólida y amarrada. Se escucha el trabajo detrás, pero también podemos ver a un grupo de amigos que se llevan bien y eso lo reflejan al público. Little Jesus trabaja en su disco debut y quieren lanzarlo en marzo. Por lo pronto en febrero podremos ver un video de la banda y escuchar su nuevo sencillo, “Azul”.