Nadie te explica las cosas horribles que tienes que pasar cuando te vuelves un adulto, pero una de las peores y más difíciles es buscar un departamento. En verdad, ¡es una pesadilla! Nos hacen llevar materias en la universidad que jamás en la vida nos van a servir, mientras debería haber “Trámites para tu coche 1 y 2”, “Pago de servicios” y “Búsqueda de vivienda”, ¡PERO NO! Estas son las cosas horribles que tienes que saber para que estés curado de espantos.
Fija un máximo de lo que puedes gastar en renta. Énfasis en la palabra “máximo”, porque las rentas son demasiado caras, y si no quieres vivir en un lugar horrible, de seguro tendrás que subir el monto que tenías pensado en gastar.
Tu departamento no será como los que ves en la tele. A menos que tengas mucho dinero, tu departamento no será la cosa más hermosa del mundo, pero irás haciendo que sea como tú quieras poco a poco. Ten paciencia.
Cuando te mudes, tendrás que limpiar por uno o dos días enteros. No sabes quién se sentó antes en ese baño, o qué bacterias hay en esa regadera, así que más vale que saques el tapabocas, porque va a oler a desinfectante por días.
Fíjate en la acústica del lugar. No, no pongas cara de “WTF?”, lo agradecerás después, cuando tus vecinos no te vean feo porque tengas una reunión en el departamento, o te despierte la vecina con su música a todo volumen en domingo por la mañana.
Busca una zona que sea segura. Es preferible un departamento pequeño en un lugar seguro, que uno enorme al que un día no llegues. Además, podrás dormir realmente tranquilo, y eso no tiene precio… bueno, sí.
Asegúrate de que tenga medios de transporte cerca. De nada te sirve un departamento hermoso al que es muy difícil llegar, así que asegúrate que al menos un autobús pase cerca de ahí.
Revisa el estado del edificio. Puede que el departamento esté enorme, pero si el edificio se está cayendo, tendrás muchísimos problemas durante todo el tiempo que vivas ahí. Además, normalmente huelen un poco extraño.
