Si eres una víctima reciente del desamor, digamos un año o seis meses, seguro ya habrás superado esa difícil separación y tendrás muy claro que no todo fue tan malo, es más, bajaste de peso, adoptaste una mascota, cambiaste de look, conociste a más personas y muchos cambios fueron positivos. Tal vez lo único malo es que ya no tienes sexo tan seguido.
¿Para qué gastar nuestra energía en sufrir y tratar de cambiar cosas que no podemos? Es una pérdida de tiempo espantosa. Estás viviendo los mejores años de tu vida y sería una lástima que lo desperdiciaras por algo que no vale la pena. Estas son algunas pruebas de que sufrir por amor es una tontería.
Te sientes mal todo el dia.
Te acaba de batear la persona que te gusta o cortaste con tu pareja y tu primera reacción es echarte a llorar. ¿Para qué? Eso no cambiará las cosas.
Eres menos productivo.
De tanto estar pensando en cómo arreglar las cosas dejas de concentrarte en las cosas principales como la escuela o el trabajo.
Te vuelves paranoico.
En tu mente crees ver en todas partes a la persona que te rompió el corazón. Así nunca vas a poder disfrutar nada.
Todo el tiempo te preguntas si alguien te quiere.
Terminarás confundiéndote y creerás que nadie en el mundo te quiere, pero estás muy equivocado. las personas que quieren estar contigo siempre encontrarán la manera de estar presentes.
¿Y la novia? ¿Cómo está el novio? ¿Ya se van a casar?
Preguntas constantes de familiares y amigos cercanos que no necesitas en tu vida. Por favor, apenas estamos creciendo.
Malgastarás tiempo.
Y nada peor que darse cuenta de todo el tiempo que perdimos sufriendo lo que pudimos haber invertido en algo que valiera la pena.
Te alcanzará para lo que quieras.
Ya no tienes que invitar la cena, los boletos para conciertos, transporte para dos y ahora podrás ahorrar para darte un lujo de vez en cuando.
Le dedicarás más tiempo a tus amigos y familiares.
Nos clavamos tanto que dejamos de prestarle atención a nuestros amigos y familiares. Todo por estar con la cabeza en la luna.
Aprenderás algo nuevo.
Cada que terminas una relación te llevas una gran lección de vida. Nos haremos más sabios al haber compartido muchas cosas con una persona diferente, tanto material como espiritualmente.
Nunca sufrir. Siempre ser feliz.
Esa es la finalidad de todo humano en el mundo, ¿o no? Ser feliz siempre, lo demás no importa.