Foto: Eduard STOICA, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=27639501

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Seguro has tenido esa conversación con tus hermanos mayores o con tus padres. Esa que inicia con “#EnMiGraduación…” y te cuentan todos los osos que cometieron en uno de los días más importantes de sus vidas. Pero tú todavía no te puedes reír al respecto porque tu propia ceremonia de graduación ya está a la vuelta de la esquina.

Cuando la anticipación te abruma y los mariposas no dejan de volar en tu estómago, es muy fácil que seas víctima de una que otra laguna mental.

Por ejemplo, típico que…

1. Se te olvida usar una corbata. Corres desesperado por alguien que tenga una extra. Tu papá finalmente te da la suya.

2. Llevas calcetines blancos con zapatos negros. Porque se te olvidó recoger tu ropa en la lavandería. Los zapatos, claro, no están boleados.

3. Se te va el avión y nunca pones atención a ninguno de los discursos.

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4. Suena un teléfono y tres timbrazos después te das cuenta que es el tuyo. Es tu novia para avisarte que se perdió en el camino. Lo raro es que nunca te marca por teléfono, siempre te mando un “Whats”.

5. Dicen tu nombre y te quedas estupefacto ante la mirada expectante de todos. El chavo de atrás tiene que empujarte para que salgas de tu trance.

6. Te tropiezas con tu toga al subir las escaleras. “Lo siento”, le dices a las escaleras.

7. Subes al escenario, te acercas al rector, y estás tan nervioso que agarras tu diploma con la mano derecha, y saludas con la izquierda, pero luego intentas rectificar la situación y cruzas los brazos, y ya nadie sabe qué está pasando. El rector se te queda viendo mientras ríes de manera incómoda.

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8. Te das la media vuelta para bajarte, pero te acuerdas que debes saludar a los demás presentes sobre el escenario, así que regresas y saludas al rector de nuevo, luego a los demás que no tienes ni la menor idea de quiénes podrían ser.

9. No sabes si saludar a las mujeres de beso. Decides saludar de mano porque ya hiciste demasiado el ridículo.

10. Se te olvida saludar al último señor en la mesa y lo dejas con la mano en el aire porque te quieres bajar del escenario ya, ya, ya.

11. Al bajar del escenario y con el diploma en la mano haces un baile de la felicidad bien ñoño ante la mirada de todos.

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12. Te toman la foto individual y se te olvida hacer la sonrisa que tanto habías practicado en la semana.

13. Se te olvida tu diploma en la silla donde estabas y te acuerdas justo cuando llegaste a casa de tus padres para celebrar.

Típico, cierto, pero para que no te agarren desprevenido, ten por seguro que vas a encontrar todo para tu graduación en Liverpool. Así ya no tendrás que recordar más osos fuera de los típicos.