El Hip-Hop ha ganado tantos seguidores que ya se está saliendo de control (particularmente en México). Los festivales llenos de actos de este género cada vez son más frecuentes y aunque algunos defiendan a capa y espada que la música está hecha sólo para un sector específico de la población, sin duda ha perdido el rumbo, pues ya se ha vuelto uno de los géneros más populares en la actualidad. Claro, no faltan las personas que sólo buscan encajar con una escena y llegan a hacer el ridículo de una manera impresionante. Puedes verlos aquí.
Entérate de lo que siempre quisiste saber del opio pero te daba miedo preguntar.
Iggy Azalea
Peor aún cuando logran hacer una carrera de ello. Iggy Azalea ha quedado mal al aceptar la invitación de una estación de radio dedicada al Hip-Hop al hacer un freestyle que terminó en un desastre total. Un radioescucha llamó más tarde para quejarse.
Slim Jesus
Este chavito no ha investigado lo suficiente acerca de la cultura del hip-hop y cree que todo está basado en el poder, el lujo e ir por la calle insultando a todo el mundo. Unas clases de historia le vendrían bien a este niño.
Yo escuchaba hip-hop antes que todos
Claro, porque nunca puede faltar ese “fan” del género que te repetirá hasta el cansancio que el es el amo y señor del hip-hop y rap diciéndote más de 100 veces que el hip-hop de ahora no le llega ni a los talones al gangsta rap y blablabla.
Los apasionados de verdad
Nada más bonito que dejar una marca para toda la vida sobre tu piel con el nombre de alguien al que admiras y no te conoce… Esta fan si que llevó su fanatismo a otro nivel.
¿Rudos de por vida?
Leamos de nuevo el punto número dos. ¿Listo? Pues es completamente lo mismo para todos los que se dicen fans del género por escuchar una nueva canción en el radio y comienzan a actuar como bestias cuando suena su canción favorita. Estos chavos están más confundidos que cuando vas a otro país.
Oye, se vale que seas un chico blanco y te guste la música de Kendrick Lamar, A$AP Rocky, o Vince Staples, pero recuerda, una cosa es que te sientas atraído hacia los beats y las rimas, y otra es que caigas en la necesidad de hacerte el poser con tal de colgarte a una tendencia.
Ugh.
