Asistir a festivales es algo esencial para todo fanático de la música y los conciertos; es una experiencia única en la vida, así sea buena o mala. ¿Por qué? Por que en un festival tendrás la oportunidad de ver a uno de tus artistas favoritos que no podría venir en solitario a tocar a cualquier recinto de la ciudad, porque puedes hacer amigos de la nada, encontrar al amor de tu vida o hasta puedes platicar con algún integrante de alguna banda exitosa dentro del evento, pues a fin de cuentas también son personas y disfrutan de un buen lugar para escuchar música.
Pero si hay algo que definitivamente no extrañamos, y de verdad nos hacía pasar una pésima experiencia dentro del festival, son estas cosas que tal parece que ya quedaron en el pasado. ¿Cierto?
Cuando no había suficientes baños.
Es terrible que haya tan pocos sanitarios móviles y peor aún, que esté sucio.
Cuando se acababan los alimentos y bebidas.
¿Qué? ¿Cómo es posible que haya pasado esto? Se supone que los organizadores preven todo. ¿Cómo olvidar *aquél* Vive Latino al que se le acabó el agua?
No respetaban los horarios.
Los pseudo-rockstars que creen que tienen el derecho de tocar a la hora que quieran, o alargando su set, retrasando todos los horarios.
El transporte guajolotero.
Ahora existen varias aplicaciones para pedir un taxi y ya no tendrás que pagar una cantidad millonaria por avanzar 100 metros.
Diversos medios o dinámicas locas para anunciar el cartel.
“Ve y camina al zócalo de la Ciudad de México, fíjate en el 540 mosaico de izquierda a derecha y ahí encontrarás la primer banda del festival.” “Prende la tele en el canal 88 a las 2pm.” Nou. Definitivamente eso es algo que no extrañamos.
Poca seguridad. Cualquier pelafustán podía saltar al escenario para hacer una chistosada, distraer al músico y ganarse el odio de la audiencia.
Las bandas de “relleno”. Ha disminuido el número de bandas o DJs que son “el primo de un amigo” de los organizadores del festival, que sólo tiene una canción y la toca 5 veces seguidas hasta que sea el turno de la próxima banda.
Cuando tenías que viajar muy lejos. Nadie quiere ir a un pueblo que nadie conocem en un estado lejano, y menos cuando el boleto está tan caro. Casi como visitar el infierno.
