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Todos somos en menor o mayor grado adictos a comprar algo, ya sea libros, videojuegos, películas o vinyles. En este caso, hay unos cuantos que son excesivamente adictos a la ropa. Sí, leíste bien, son de esos que sólo van a ver y a la mera hora se llevan prendas que a veces hasta olvidan que las compraron. Ustedes, adictos, lo comprenderán.

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Cosas que sólo entienden los adictos a comprar ropa

1. Vas por un pantalón y terminas con otra prenda que no sabes cuando usarás. No confías en tu auto-control al comprar alguna prenda básica que necesitas, por lo que terminas con cinco más de las necesarias.

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2. Las compras en línea se han convertido en tu perdición. Maldita la hora en la que fueron inventadas, no, no es cierto… desde entonces son todo un paraíso de adrenalina y diversión.

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3. Piensas que no tienes nada qué ponerte. Compres lo que compres, es un pensamiento que se ha aferrado a tu mente.

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4. Descubres ropa que sólo llegaste a usar una o dos veces. Te emocionas al descubrirla de nuevo y la idea de que no tienes mucha ropa se apaga por unos minutos.

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5. Las quincenas no te duran. Se queman en tu mano cuando hay ropa frente a ti.

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6. Las rebajas las sabes aprovechar muy bien. Eres experto, sabes cuándo y dónde son, puedes conseguir algo con más del 70% de descuento.

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7. Cuando llega un pedido, mueres de la emoción. Además de que te emociona rastrearlo, cuando llega a casa saltas de la felicidad (aunque sea en tu mente).

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8. Siempre abres una cuenta nueva para ganar descuentos. Porque no es justo que sólo los nuevos reciban grandes descuentos.

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9. Al comprarle un regalo a alguien, terminas comprándote algo. Si ya estás ahí, hay que aprovechar la vuelta, ¿no?

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10. Sufres de arrepentimiento por un corto tiempo. Tu lado responsable y ahorrador te repite que volviste a gastar en cosas que a lo mejor no necesitabas.

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11. Tienes spam de tiendas de ropa. Lo peor de todo es que terminas cayendo en éstas.

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12. Justo ahora tienes una prenda en mente por la que mueres. Sueñas con el día en que puedas ir a comprarla y usarla, aunque sabes que te terminará aburriendo como todo lo demás.

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