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Cuando eres adolescente, hay muchas cosas que haces o decisiones que tomas que al paso de los años son bastante vergonzosas. Esta es una lista de esas cosas: aquellas que te hacen decir “¿QUÉ DEMONIOS ESTABA PENSANDO?”. ¿Te sientes identificado? Cuéntamos de qué otros errores de la adolescencia te gustaría haberte salvado.

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Estos son los errores de la adolescencia de los que nos debimos haber salvado:

1. La obsesión por ser cool: eso de tratar de hacerse el popular y querer juntarse sólo con la bolita de niños cool aunque en verdad ni te cayeran bien y no tuvieran nada en común es de las cosas más chafas que todos hicimos en la adolescencia.

2. La pérdida de la virginidad: si fuiste afortunado en tener un momento lleno de pétalos de rosa, velas y el amor de tu vida, no hay problema. Sin embargo, si eres como el resto de nosotros, la pérdida de tu virginidad probablemente fue de lo más incómodo en la parte de atrás de un coche o en el futón de alguien a quien no volvimos a ver. Nos gustaría habernos salvado de esa.

3. Bajarle el novio/a tu amigo/a: ese momento en que tener novio/a te parecía más importante que cualquier amistad es de los peores errores que puedes cometer en la adolescencia. BROS BEFORE HOES!

4. Seguir modas estúpidas: pintarte el pelo de morado, hacerte un piercing en el labio, pintarte los ojos (si eras hombre y emo)… Todas esas modas que sinceramente vuelves a ver y dices “NO POR FAVOR”.

5. Pasarte de “confianzitas”: cuando eres joven y estúpido te vale lo que pase, te pones borracho y te subes al coche de quien sea, que alguien te regrese a tu casa, a ver cómo le haces, te tomas el drink que te invitan y no preguntas que tiene… No podemos creer que seguimos vivos después de tanta tontería.

6. No hacerle caso al chavo/a buena onda y quedarte con el douchebag/perra: y lo peor… Darte cuenta que el buena onda ahora es guapísimo/a y súper exitoso y el douchebag es un súper loser.

7. Sufrir por alguien que no vale la pena: cuando te rompen el corazón en la adolescencia sufres y sufres y sufres y sufres… Y no paras de sufrir. Nos gustaría que alguien nos hubiera dicho que no era para tanto.