metal

Cualquier exceso en esta vida es malo. Hasta la música y los conciertos. Por eso, un metalero de Suecia, de nombre Roger Tullgren, ha sido diagnosticado con adicción al metal y a los conciertos de este género. De primera impresión, por supuesto que esto suena absurdo.

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Sin embargo, Roger tuvo que acudir a tres psicólogos distintos para que su condición pudiera ser clasificada como incapacidad. Básicamente, la adicción de Roger lo obligó a asistir a más de 300 conciertos, al menos en el año 2010, por lo que su situación económica y social se vio muy afectada.

De hecho, para Roger era imposible sostenerse económicamente ya que su trabajo consistía en lavar platos en un restaurante al sur de Suecia. Roger convirtió su amor por los conciertos de metal en un problema que le impedía conservar un empleo, socializar y estar cerca de su familia.

Después de que su peculiar adicción fuera reconocida oficialmente, Roger recibe todos los beneficios por incapacidad que otorga el estado de Suecia (pensión mensual, transporte, vivienda y un empleo “a su medida”).

Tú que amas ir a conciertos, ¿aplicarías la misma estrategia de Roger para declararte con incapacidad por culpa de la adicción a la música?

Vía GlobalPost.